Los reinos francos fueron un conjunto de estados germánicos que consiguieron establecerse en las Galias gracias a la decadencia romana, y que dominaron un amplio territorio a partir del reinado de Clodoveo I, quinto rey de los francos salios y primero en regir a todos los francos.
Los reinos francos fueron un conjunto de estados germánicos que consiguieron establecerse en las Galias gracias a la decadencia romana, y que dominaron un amplio territorio a partir del reinado de Clodoveo I, quinto rey de los francos salios y primero en regir a todos los francos. Tras la muerte de Clodoveo, el reino sería dividido entre sus hijos (según la tradición de su pueblo), que lucharían constantemente para conseguir el poder absoluto de su pueblo; este ciclo de unión-división permanecería durante los próximos 4 siglos, siendo heredado al Imperio carolingio (sucesor legal del reino franco, y que a finales del siglo IX y principios del X pasaría por un periodo turbulento provocado por esta misma situación).