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| - Marco Porcio Catón. Nació en el año 234 adC. y murió en el año 149 adC. Marco Porcio Catón ha pasado a la historia como uno de los personajes más relevantes de la Roma republicana. Su pensamiento reaccionario y su carácter insobornable ante las influencias extranjeras dieron forma a los conceptos patrióticos que marcaron el ánimo de la potencia más poderosa del mundo antiguo. Un personaje que hoy recordamos por su integridad y sapiencia... Nació en el seno de una humilde familia en el año 234 a. de C., en Tusculum, localidad donde vivió sus primeros años. El apellido Porcio venía a resaltar que su clan había cuidado cerdos en épocas pretéritas, mientras que lo de Catón hacía referencia a que en su linaje abundaban gentes muy astutas. El joven Marco, que se dedicó a la agricultura, no era muy agraciado ya que su aspecto mostraba a un hombre de pelo rojizo, cara asimétrica cubierta por cicatrices y boca desdentada, y manos ásperas como el pedernal. En fin, que no era Adonis, pero ni falta que le hacía: su inteligencia brillaba con energía propia y la suerte quiso que un viejo senador asqueado de la vida social y política que vivía en Roma fuera a establecerse en una villa contigua a las tierras que cultivaba nuestro personaje. Los dos vecinos entablaron amistad y pronto, el veterano patricio se percató de que era algo más que un campesino analfabeto. En efecto, Catón tenía amplias inquietudes intelectuales y leía los textos clásicos a escondidas de sus parientes. El senador jubilado supo ver en los ojos del muchacho que un dechado de virtudes se escondía en el interior de su alma y lo animó a ser letrado en Roma. El joven no descartó el sabio consejo y viajó a la capital con la esperanza de doctorarse en leyes. Lejos del fracaso, ganó una docena de pleitos y su fama creció como la espuma. Al poco tenía su propio equipo de abogados, lo que le permitió alcanzar méritos suficientes para alcanzar el cargo de edil -a los treinta años- tras ganar las consiguientes elecciones. Al año siguiente fue elegido pretor, cargo que ejerció en Sicilia, y tres años más tarde alcanzó la gloria con su elección consular.
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