Aunque sus miembros posteriormente se dispersaron con el viento, su antiguo templo subterráneo aún existía, abandonado y en deshuso desde hace mucho tiempo. En sus paredes de piedra había grabados unos encantamientos con los que revivían a los muertos. Encontré tiradas en el suelo las cadenas encantadas con los que los Houan ataban y posteriormente controlaban a sus muertos vivientes. Situé el cadáver de Liu Kang en un altar ceremonial y lo até con las cadenas.
Aunque sus miembros posteriormente se dispersaron con el viento, su antiguo templo subterráneo aún existía, abandonado y en deshuso desde hace mucho tiempo. En sus paredes de piedra había grabados unos encantamientos con los que revivían a los muertos. Encontré tiradas en el suelo las cadenas encantadas con los que los Houan ataban y posteriormente controlaban a sus muertos vivientes. Situé el cadáver de Liu Kang en un altar ceremonial y lo até con las cadenas. Al pronunciar aquellos oscuros conjuros devolví la vida a mi antiguo aliado y lo infundí con un trueno. El cuerpo de Liu Kang no sería simplemente un zombie, sería mi siervo y seguiría mis ordenes. Satisfecho, liberé a esta abominación para que hiciera estragos en aquellos que han causado daño a Earthrealm. A pesar de que intenté llevar mis actividades en secreto, mi uso de las energías oscuras no pasó desapercibido por todos. Shinnok apareció ante mí y me propuso una alianza. Él ayudaría a asegurar la protección del Earthrealm a cambio de mi ayuda en una trama secreta. No soy idiota. Conozco bien los engaños de este antiguo Dios Mayor. Acepté su oferta y cumpliré esta tarea únicamente para conocer su verdadero objetivo. Hasta entonces, utilizaré a Shinnok para mis propios fines. (Éstas son las palabras de Raiden).