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| - Este Fanfic lo he creado únicamente con fines de entretenimiento y solo me queda decir que los personajes de “Candy, Candy” son creaciones de Mizuki e Igarashi esta historia contiene algunos capítulos alto grado de contenido sexual descrito a la perfección solo la creo para entretener y no con fines de lucro. Espero y les guste. Tres años habían transcurrido desde que Candy y Terry se vieron por última vez en la ciudad de New York, donde la joven tomo la decisión de abandonar a su segundo gran amor, porque comprendió que alguien más lo amaba, sin embargo en su corazón aún la llama del amor ardía con pasión. -------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- El sol comenzaba a asomarse por una pequeña rendija de la ventana, una joven con cabellera rubia y hermosos ojos verdes color esmeralda comenzaba a abrirse al nuevo día. Se incorporó sentándose en la cama estirándose lentamente y tallándose los ojos. Colocándose las pantuflas comenzó a caminar al baño, donde tomaría una deliciosa ducha. Dejo caer su bata, su cuerpo con cuevas bien definidas y voluptuosas quedaban al desnudo, el agua caliente recorría su hermoso cuerpo y delineaban sus caderas. Al salir de la ducha solo envuelta en una toalla, la cual solo cubría de sus senos a la mitad de sus piernas. Se colocó su bello uniforme de enfermera color blanco, sujeto su cabello con una coleta que amarraba todos sus bellos rizos que caían en forma de cascada de oro. Se colocó sus zapatillas, tomo su bolso y salió directo a su trabajo. Una joven rubia ingresaba en una camilla al quirófano, sus ojos azules se perdían en las luces de este, en la sala de espera un joven de unos veinte años, con cabellos de color cafés oscuros y ojos color zafiro se encontraban pensativos, sentado e imaginando en lo que pudiera suceder. La madre de la joven que se encontraba en el quirófano rezaba y suplicaba a dios que no le fallara en ese día. CANDY: Hola Sofía. Lindo día para trabajar ¿No crees? SOFIA: Hola Candy, si es un hermoso día. ARCHI: Hola enfermera me podría decir donde se encuentra la señorita Candy White Andry- dijo mientras la veía caminar, la joven muy sorprendida volteo a ver al joven, quien muy confundida lo miro. Al verlo su mirada se llenó de alegría y regocijo. CANDY: ¡Archí!- corriendo a abrazarlo- como has estado. ARCHI: muy bien y tu como has estado desde hace tres años no te he visto. CANDY: bien pero ahora mucho mejor. Y Anni como esta, espero que la trates bien porque si no sabrás de lo que soy capaz. ARCHI: si ella está bien y también Albert por si te interesaba. CANDY: claro que sí recuerdo a Albert y lo aprecio mucho y ¿a qué se debe tú visita Archí? ARCHI: bueno por si no lo recordabas hoy es tu cumpleaños, y la tía abuela ha querido que lo celebremos hoy en la noche. CANDY: OH lo había olvidado. ARCHI: ¿Cómo? Si es el mejor día de todo el año –dijo mientras la tomaba de los hombros- además, debes hacerlo. A la Tía Elroy no le gustaría que faltaras a una fiesta especialmente hecha para ti –dijo Archí esbozando una sonrisa regocijante. CANDY: Una fiesta… hecha para mí. Vaya que bello gesto por parte de la Tía Elroy, nunca creí que hiciera algo así y mucho menos para mí. Candy y Archí continuaron conversando, la joven miro su reloj y sorprendida decidió terminar la conversación para comenzar con sus labores en el hospital. Archí se despidió de ella besando el dorso de su mano, como siempre un caballero, muy amablemente se despidió de Sofía, la cual no resistió decirle a su amiga lo buen mozo que le parecía su amigo. SOFIA: Vaya Candy, sí que tienes un amigo muy buen mozo, que no daría una chica por ser cortejada por él, dime Candy, ¿Qué sientes cuando el viene? Se ve que está bastante interesado en ti. CANDY: OH no Sofía, no es más que mi amigo, él tiene novia y ella es una chica muy linda, se llama Anni y es mi amiga. Nunca aceptaría tener una relación con alguien que fuera mi amigo, mucho menos si le hiciera daño a alguien más –Candy después de decir esas palabras se quedó pensativa, recordando las palabras que hace unos instantes había dicho, a su mente venían imágenes de un frÍo invierno el cual fue de los más tristes que congelaron su corazón. ----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- Horas después un doctor se acercaba a un joven de ojos color zafiro y a una mujer mayor muy refinada. DOCTOR: Señora Marlow. SEÑORA MARLOW: Si doctor ¿Cómo se encuentra mi hija? DOCTOR: Debo decirle señora que –guardo silencio el doctor y prosiguió –su hija señora. SEÑORA MARLOW: Por favor doctor dígame que mi hija ha librado la operación –dijo la señora con tono suplicante mientras que la mirada del joven de los ojos de color zafiro se alzaban para ver al doctor quien podía darle la respuesta de su libertad. DOCTOR: No señora tranquilícese por favor. La joven se encuentra bien, la operación ha sido todo una éxito, incluso dentro de unos meses podrá comenzar con sus terapias para poder volver a caminar. SEÑORA MARLOW: Gracias doctor, dios lo bendiga-dijo mientras tomaba las manos del doctor, mientras le ilusión se escapaba de la mirada de un par de ojos color zafiro. -------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- ALBERT: Es perfecto, espero le guste –dijo mientras tomaba una cajita de terciopelo verde –creo que lucirá hermosa con esto. ARCHI: Más de lo que ya es -pensó para sí mismo mientras veía el contenido de la cajita – sí es hermoso en verdad, creo que le encantara, combina con sus ojos. ALBERT: Espero le agrade, es demasiado sencilla como para aceptar un obsequio así. La aprecio tanto que cualquier obsequio es poco para compararse a su belleza –dijo mientras cerraba los ojos con una amplia sonrisa. ARCHI: Que dices Albert –dijo intrigado. ALBERT: Solo digo que espero que le guste. ARCHI: Tenlo por seguro. -------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- Por la calle una joven de cabellos rubios rizados muy parecidos al oro, piel blanca, nariz respingada con algunas pecas y hermosos ojos verde esmeralda, caminaba con dirección a su departamento. Un joven corría apresuradamente, cuando de pronto tropezó con la joven cayendo sobre ella encontrándose con eso bellos ojos esmeraldas. El joven la miro perdiéndose en ella, pensaba que un ángel había caído y se encontraba con él. CANDY: Se encuentra bien –dijo con carcajeadas –espero que sí porque amortigüe su caída. JOVEN: Lo lamento señorita se encuentra bien- dijo mientras le extendía una mano- mi nombre es Petter Winston. Candy lo miro por un momento percibiendo cada detalle de su rostro, cabello negro como las alas de un cuervo, ojos café oscuro, piel morena clara y labios delgados pero varoniles. Alto vestido de traje, delgado pero se podía percibir que su cuerpo era atlético. Muy buen mozo y encantador. CANDY: Mucho gusto, yo soy Candy White Andry es un placer conocerlo. El joven beso el dorso de su mano con caballerosidad, Candy se sonrojo y sus mejillas blancas comenzaban a teñirse de color rojo. El joven lo pudo percibir y no perdió tiempo para comenzar una charla agradable, pero la joven se despidió del chico amablemente con el pretexto de que se le hacía tarde y fue así como el chico la miraba alejarse de su lado. CANDY: Que chico más atractivo, pero un poco distraído –pensaba mientras ingresaba a su departamento. ANNI: ¡Sorpresa! salto desde su escondite. CANDY: ¡AHA! –Grito Candy poniendo una mano en su boca –Anni me asustaste ¿qué haces aquí? ANNI: Hola Candy, lo lamento, pero no pude contener la emoción de darte algo hoy –dijo mientras mostraba con sus manos en la mesa del comedor un hermoso pastel finamente decorado- espero te guste, yo misma lo hice. CANDY: ¡OHO! Anni tú lo has hecho, que gran detalle de tu parte no te hubieras molestado, gracias. ANNI: Como no molestarme por mi amiga, además no es gran cosa, tú te mereces esto y mucho más. CANDY: Anni gracias –dijo mientras la abrazaba –eres la mejor amiga que pudiera desear. ANNI: Bueno entonces comamos un poco-dijo mientras deshacía el brazo- ya tengo hambre además desde hace tiempo que he querido encajarle el diente- dijo con una sonrisa. CANDY: Pues a comer –menciono mientras hacia la mueca que la caracterizaba. ANNI: Candy –dijo Anni muy tímida- debo hacerte una pregunta, pero me da un poco de pena. CANDY: ¿Qué sucede Anni? Sabes que tú me puedes decir lo que sea, por eso somos amigas que no –dijo haciendo la mueca que la caracterizaba mientras cortaba un pedazo de pastel para su amiga. ANNI: Veras Candy, es solo que –guardo silencio mientras se sonrojaba- quisiera saber, ¿Por qué tu cuerpo es mejor que el mío? CANDY: A que te refieres Anni –pregunto Candy intrigada- no se a lo que te refieres. ANNI: Quiero decir, tu cuerpo es muy hermoso, mírate, sin embargo yo…-dijo tristemente mientras se miraba de arriba abajo –lo sé no soy tan hermosa como tú. CANDY: Anni eso no es cierto, tú eres muy hermosa, mírate, eres toda una dama, y pronto te casaras con Archí que no –dijo mientras la miraba a los ojos- cualquier hombre que te conociera quisiera cortejarte y apuesto que lo harían si no fuera porque tienes a un prometido tan apuesto y atento contigo. ANNI: Tú crees Candy –dijo sonriendo- en verdad lo crees. CANDY: Claro que sí. Te lo aseguro, prueba de ello es que Eliza te envidia, porque además de hermosa eres la dama de sociedad que todos esperaban no como ella –dijo mientras hacía li mueca que la caracterizaba- además lo que importa no es el físico, sino quien eres. ANNI: Tienes razón Candy. Gracia. --------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- ELIZA: Esta noche todos me miraran, y ningún hombre se me resistirá, ni siquiera tú Petter –dijo mientras se probaba un vestido azul turquesa con detalles negros, con un escote un forma de v y ampón de la falda. La joven hija de los Leagan en los últimos tres años había cambiado de muchas formas. Físicamente se había convertido en una joven atractiva, su mirada era la que la mayoría de los hombres encontraban seductora, pero en mayor forma los escotes tan pronunciados que dejaban al descubierto casi la totalidad de sus senos. Era conocida como una chica ambiciosa y llena de odio, pero buscando el placer en camas de desconocidos no le interesaba en lo absoluto que tanto le costase llegar a una posición social más alta que su vida actual. Pero el mayor premio que pudiera conseguir era atrapar al hijo del más grande dueño de propiedades y bienes de todo el país y el más importante socio de los Andry, Petter Winston. Quien era el sueño de toda dama y el único heredero de la total fortuna de su padre Sir Arthur Winston. SEÑORA LEAGAN: Lista querida- dijo mientras ingresaba a la habitación. ELIZA: Claro madre. Como me veo. SEÑORA LEAGAN: Muy hermosa hija, debemos darnos prisa, o si no llegaremos tarde, recuerda que una dama debe ser puntual. ELIZA: Claro madre, siempre puntuales. ----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- La noche ya había llegado, todos los invitados comenzaron a llegar, todos con sus mejores galas y bastantes obsequios para la festejada, la Tía Elroy revisando cada detalle con máximo cuidado y delicadeza, la noche debía ser perfecta. Albert bajaba las escaleras, el al igual que los demás había cambia bastante. Su cuerpo se había vuelto más fornido y atractivo, se había cortado el cabello y lucia aún más apuesto, sus brazos fuertes y su voz seductora hacían de él un deseo para todas las mujeres que lo miraban. Todas las damas cuando vieron que Albert bajaba las escaleras, se lanzaron sobre él, algunas demasiado bellas y otras muy bien vestidas, Albert retrocedió, pero George lo animaba a seguir adelante. CANDY: No lo sé Dorothy. Este vestido es muy –guardo silencio – demasiado. DOROTHY: Lindo eso me parece, además no puedes decir que no, alguien lo escogió para ti. CANDY: Seguramente fue Anni quien lo escogió –dijo mientras hacia la mueca que la caracterizaba. DOROTHY: No. La señora Elroy lo ha escogido para ti. CANDY: La tía Elroy –dijo Candy con sorpresa. DOROTHY: Sí ella me pidió que te lo diera, y que lo utilizaras hoy. Dijo la joven mientras Candy contemplaba su figura en el espejo, era un hermoso vestido de color rojo, sin tirantes ni mangas, con un escote en forma de u, entallado, apegándose muy bien a las curvas bien definidas y voluptuosas de Candy de falda no tan ampona, llegando hasta el suelo, con unas zapatillas del mismo color y un peinado bellísimo, una coleta un poco levantada en forma de chongo y dejando caer la parte restante de sus rizos sueltos. CANDY: Es hermoso –dijo sonriendo contemplando su figura DOROTHY: Sí que lo es. Anda debemos ir a la fiesta todos te están esperando. ------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- La mirada de todos se desvió a las escaleras, contemplando a la bella joven que descendía tan elegantemente, sus ojos verde esmeralda entonaban a la perfección con su hermoso vestido rojo y los bellísimos pendientes que utilizaba. Al final de las escaleras, Albert la aguardaba ansioso, al llegar tomo su mano y contemplo su belleza, Candy le sonrió cálidamente e hizo la mueca que la caracterizaba, pintando en el rostro del joven una amplia sonrisa. TIA ELROY: Queridos presentes, el día de hoy nos encontramos festejando el cumpleaños de la miembro más joven de la familia Andry, Cándese White Andry, brindo por su juventud y por su vida. ¡Por Cándese! –alzando su copa se dirigió hacia ella y brindo, al mismo tiempo que todos la secundaban. CANDY: Gracias Tía Elroy. Gracias a todos los presentes, por hacer de hoy un día tan especial. En el gran salón todos bailaban, Anni y Archí se divertían viendo como Albert era acosado y perseguido por todas la jóvenes damas que deseaban se la señora de Andry. De pronto, un joven de aproximadamente veinte años ingresaba al gran salón, donde las chicas quedaron sorprendidas frente a su gran atractivo, sus ojos café oscuro y su cabello corto color negro como alas de cuervo, resaltaban con su piel morena clara. La primera en ir a recibirlo fue Eliza, quien a pesar de su alma podrida, lucia linda en se vestido color turquesa. ELIZA: Hola Petter, que gusto verte. Nunca creí que vendrías a una fiesta como esta –dijo Eliza con voz seductora- Valla que apuesto luces tan buen mozo como siempre –menciono mientras lo tomaba del brazo para llevarlo con su familia. PETTER: Hola Eliza, veras, únicamente he venido porque William me ha invitado, es un viejo amigo y no podía quedarle mal –dijo mientras se acercaba con Albert, quien se encontraba en la compañía de Anni. ALBERT: Vaya que gusto volver a verte –dijo saludando a Petter que se encontraba sujeto a Eliza- veo que ya has encontrado una muy buena acompañante –menciono con ironía. PETTER: Mucho gusto William, veo que tú también estas muy bien acompañado, ella debe ser la cumpleañera. ANNI: OH no señor Winston, mi nombre es Anni Britter, soy la amiga de Albert y de la cumpleañera - dijo extendiendo su mano, a lo cual Petter beso el dorso de la misma. PETTER: Lo lamento señorita, mucho gusto mi nombre es Petter Winston, es un placer. Y ¿Dónde se encuentra su amiga? ANNI: Fue con mi prometido a bailar un momento, pero no tardan en regresar. Anni vestía un hermoso vestido de seda de color amarillo con detalles blancos, con un escote en forma de v y entallado, su delgada figura lucia espectacular y dejaba muy en claro que ya era toda una dama de sociedad. ELIZA: Veo que Archí se siente muy bien en la compañía de Candy, no dudo que fuera capaz de dejarte por culpa de esa tipa –expreso Eliza con odio y amargura, para dejar en vergüenza a la podre de Anni. ALBERT: Lamento informarte Eliza, que no todas la mujeres son como tú, Candy nunca se metería con un hombre para gana un lugar en la sociedad, en cambio tú… bueno lo entiendes creo yo. Eliza enfadada por el gesto tan grosero por parte de Albert se marchó sin voltear a verlo, pues había dado justo en el clavo. ANNI: Gracias Albert. ALBERT: De nada Anni. PETTER: Veo que a ustedes tampoco les cae bien Eliza. Es insoportable, muy hermosa, pero en verdad odiosa. ALBERT: Y eso que no las has conocido del todo. ARCHI: Hola mucho gusto, mi nombre es Archivald Cornwell Andry, puedes decirme Archí –dijo extendiendo su mano para saludar. PETTER: Mucho gusto mi nombre es Petter Winston. ANNI: Miren al fin llego Candy –dijo desviando su mirada hacia el lugar de donde venía. El joven volteo y al verla, su corazón se aceleró, al recordar ese par de ojos esmeraldas y esos rizos dorador, no pudo evitar ver el pronunciado escote que le favorecía a Candy, tan hermosa como un ángel se acercó hacía ellos dejando al joven boquiabierto. CANDY: Mucho gusto. No esperaba verte aquí –dijo con una amplia sonrisa. ALBERT: ¿Cómo? ¿Ya se conocían? CANDY: Claro, hoy, chocamos y caímos al suelo. PETTER: Usted disculpara señorita, vera, llevaba algo de prisa –dijo mientras tomaba su mano para besar su dorso. ALBERT: Que casualidad. Bueno Candy ven conmigo quisiera hablar contigo. CANDY: Claro –dijo mientras lo tomaba del brazo para dirigirse a la biblioteca- ¿Sucede algo malo Albert? ALBERT: No Candy es solo que quisiera darte esto –dijo mientras de su bolsillo sacaba una cajita de terciopelo verde, la cual contenía una hermosa gargantilla de oro blanco con esmeraldas –espero que te guste. CANDY: OH Albert es bellísima, pero no puedo aceptarla debió costarte una fortuna. ALBERT: Para nada, lo hago por ti, además es un obsequio. CANDY: Albert, gracias-dijo dándole un abrazo –me ayudarías a ponérmela. ALBERT: Claro pequeña –Candy se dio la vuelta y se recogió el cabello, Albert comenzó a colocarla en su cuello, pero por su mente atravesaba un deseo de tocar su hombros, acariciar su piel y besar sus labios, un deseo incontrolable porque en ese instante solo los dos se entregaran en un beso apasionado el cual dejaría de ser solo un sueño –listo. CANDY: Gracia Albert. No tienes idea cuanto te quiero –dijo dándole de nueva cuenta un abrazo. Las manos de Albert acariciaban su espalda, jugaban con sus rizos –Te quiero Albert. ALBERT: Yo también pequeña. CANDY: Bueno debemos volver a la fiesta o la Tía Elroy se enfadara. -------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- La luna brillaba en lo alto del cielo, un par de ojos zafiro miraban tan perdidos a su esplendor. TERRY: Pecosa, donde estarás, hoy es tu cumpleaños, como desearía estar contigo, abrazarte, besarte, hacerte mía, quedarme contigo sin ningún impedimento. Pero si tan solo supieras. Susana me tiene sujeto y no puedo correr a tus brazos. Que digo, tal vez y ya se encuentre casada y ya no es mía, como daría cualquier cosa por saber algo de ti –decía Terry en una habitación solitaria, sin saber que una mujer lo escuchaba- Candy, te amo. ------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- PETTER: Es muy linda- pensó mientras observaba detenidamente a Candy- debo confesarle señorita, que hoy luce bellísima- le dijo a la joven mientras se encontraban solos bailando. CANDY: Gracias por el cumplido señor Winston. PETTR: Por favor llámame Petter, odio las formalidades, y mucho más de una joven tan linda como usted. CANDY: Favor que me haces, pero usted, digo, tú también llámame Candy-expreso con una cálida sonrisa y emitiendo la mueca que la caracterizaba. PETTER: Así lo hare. ELIZA: Petter, quiero que vengas conmigo, mis padres desean conocerte, y no les gusta que los haga esperar –dijo en tono altanero y burlesco mientras caminaba hacia ellos. CANDY: Hola Eliza, gusto en verte –dijo Candy con tono amable. ELIZA: Pues yo no puedo decir lo mismo de alguien como tú, que ni siquiera es parte de nuestra familia, sino fuera porque el tío abuelo decidiera adoptarte, tú no serias nadie. ALBERT: Caya Eliza –dijo levantando la voz –Candy tiene más derecho de ser de la familia Andry que tú, ella se lo ha ganado, no por lo que es, sino por quien es- dijo de manera tan abrupta que cerro el puño, para evitar abofetear a Eliza. ELIZA: Así lo quieres, así será tío. Petter ver conmigo –dijo jalándolo de la mano. CANDY: Ve no hay problema –dijo mientras el joven asentaba con la cabeza y se retiraba. ALBERT: No sé cómo puedes seguir soportándola –dijo el rubio mientras tomaba a Candy de la mano. CANDY: Albert, sé que Eliza solo se siente un tanto rechazada, pero en el fondo, debe de tener un lado dulce y tierno, que solo teme salir y demostrar sus sentimientos –dijo Candy esbozando una sonrisa. ALBERT: Pequeña. Tu siempre viendo el lado bueno de las personas. CANDY: Y bien ¿bailamos? –dijo la joven haciendo la mueca que la caracteriza. ALBERT: Claro madame. Me haría el favor de concederme esta pieza –dijo haciendo una reverencia y extendiendo su mano. CANDY: Claro señor William. Categoría:Fanfics románticos
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