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| - CALCINACION. Operacion química por la que ciertos cuerpos sólidos se ponen en estado de ser reducidos á polvo impalpable (a). La Calcinacion produce efectos muy singulares, pues da á las materias propiedades que no tenian ántes , y muchas veces las hace tomar diferentes colores. El plomo , por exemplo , en su primer grado de Calcinacion se reduce á un polvo gris llamado cal ó ceniza de plomo ; si se aumenta algo mas el fuego , el polvo de gris se vuelve amarillo y se llama albayalde calcinado ; finalmente si el albayalde calcinado sufre un fuego de reverbero que dure bastante, se convierte desde luego en color de rosa , y despues en roxo encendido , en cuyo caso se llama Minio. Uno de los efectos mas singulares que se verifican en la Calcinado» de ciertas materias , es que algunas veces aumentan en pesó , .sin embargo bde perder una porcion ( a) * Calcinar un cuerpo t es , hablando con propiedad , exponerle á la acción del fuego para causar en él alguna alteracion ó mutacion. Los principales efectos del fuego en las operaciones de la Química son quitarles las substancias volátiles y separarlas de las fixas, ó causar la combustion de las materias inflamables. Sigúese de aquí que los cuerpos se calcinan , o para quitarles algun principio- volátil , ó para destruir su principio inílamable, y algunas veces tambien para uno y otro fin. Hállanse exemp'os de la primera especie de Calcinacion en la de las tierras y piedras calcáreas que se exponen al fuego para convertirlas en Cal viva; lo que se hace por la evaporacion completa del principio aquoso y del ayre gasoso que contiene dicha tierra. A esta misma especie de Calcinacion pertenecen la del gypso , alumbre, borrax y otras muchas sales , porque las despoja del agua de su cristalizacion , &c. . La segunda especie de Calcinacion es la que padecen los metales imperfectos que se exponen á la accion del fuego , pues pierden su principio inflamable y con él su forma y sus propiedades, convirtiéndose en una materia terrea que se llama cal metáliea &c. (Mac- quer , Dice, de Química. ) C. C. * cíon de su substancia , que mas bien debiera hacerlo disminuir. Son varias las opiniones sobre la causa física de este fenómeno. Algunos dicen que las partículas Ígneas se insinuan en los poros de la materia que se calcina; se condensan en ella en cierto modo, y despues quedan en la misma como unidas y aglutinadas por el nuevo estado de las partes. El célebre Boyle fué el primero que habló de este aumento de peso , que sucede en las materias metálicas por medio de la Calcinacion ; y pretendió explicarlo por la introduccion de las partículas Ígneas y su fixacion en estas materias , sobre lo qual dió un Tratado intitulado : De ignts et flammee ponderabilitate. Homberg y Le— mery hiciéron despues muchos experimentos , que parece coníirman este ingenioso sistema. Sin embargo, se le oponen muchas dificultades que no es fácil resolver y que refiere Boerhaave en su Tratado del fuego que puede considerarse como una Obra maestra. i.° Un pedazo de hierro del peso de ocho libras , despues de caldeado hasta en su interior , no se halló que hubiese aumentado en peso, y habiéndolo dexado enfriar en la balanza, subsistió siempre el equilibrio: luego siempre conservó su mismo peso; pues no puede dudarse que este pedazo de hierro quando estaba enroxecido no estuviese impregnado de mayor cantidad de partículas ígneas , que ántes de estar caldeado. Tampoco puede dudarse que no hubiese perdido algunas al enfriarse , supuesto que siempre conservó el mismo peso : luego las partículas ígneas no podian dársele. 1° Todos los cuerpos no aumentan en peso por la calcinacion; así es que solo tienen esta propiedad las substancias metálicas , sin embargo deque todos se penetran de partículas ígneas en esta operacion : luego no pueden añadir peso á las materias calcinadas. 3.° El aumento de peso que se verifica en las materias que se calcinan en vasijas cerradas , es notablemente menor que el que adquieren las materias calcinadas al ayre libre: luego las partículas Ígneas no causan este aumento. Por Por este motivo lian pensado otros Físicos que el aumento de peso en igual caso provenia de que el ayre al tiempo de la Calcinacion , se introduce en el metal como parte elemental y constitutiva , y pasa á un estado de condensacion. De esta opinion, que en el dia está bien probada, resulta que la parte mas pura y respirable del ayre se combina con los metales durante su Calcinacion ; razon porque , como lo acabamos de observar , el aumento de peso que se verifica en las materias calcinadas en vasijas bien cerradas, es notablemente menor que el de las materias calcinadas al ayre libre. Porque entónces solo el ayre encerrado en la vasija puede suministrar la materia que aumenta el peso ; al paso que quando la operacion se hace en vasijas abiertas; se renueva el ayre á cada instante sobre la materia que se calcina, y de este modo puede continuar subministrándole lo que es capaz de aumentar su peso. ¿Vease CAL METÁLICA.) Tambien produce la Calcinacion un^ efecto singular en un grandísimo número de substancias , á las que convierte en fosfóricas , es decir , les da la propiedad de brillar en la obscuridad. La i.» de estas que se reconoció , y que brilla en un grado mas eminente es la famosa piedra de Bolonia. Hé aquí el modo con que se acostumbra calcinarla y convertirla en fosfórica. Tómense ocho piedras de Bolonia ; quíteseles la superficie con un rallo hasta tanto que toda la materia heterogénea se haya separado $ reduzcánse despues á polvo una ó dos de estas piedras , que sean las mejores , en un mortero de bronce , y pásese el polvo por un tamiz fino. En seguida mójense las piedras una despues de otra en aguardiente muy claro , y cúbranse al rededor con dicho polvo , echándolas dentro de él y revolviéndolas para que se cubran. En un hornillo de tierra con tapadera, y cuya rejuela ha de ser de laton , se ponen cinco ó seis ascuas para calentarlo ; y quando estas están mas de la mitad consumidas, se llena el hornillo hasta las escotaduras, de carcarbones carbones apagados que sean de la brasa de los horneros , y del tamaño con corta diferencia de las nueces. Sobre él se colocan suavemente las piedras polvoreadas , y se las cubre con otros carbones de brasa apagada de la misma magnitud , hasta que esté enteramente lleno el hornillo : despues se le pone la tapadera y se dexa arder el carbon sin llegar á él hasta que esté enteramente reducido á ceniza. Enfriado el hornillo, se quita la tapadera y la parte llamada el fogon: y entónces se hallan sobre la rajuela las piedras calcinadas. Es preciso poner con suavidad esta rejuela sobre papel blanco á fin de recoger las piedras , separando despuesla corteza que tienen al rededor para guardarlas en una caxa con algodon. Tambien se conserva la corteza despues de haberla reducido á polvo fino. (Curso de Química de Lemery por Baron , pág. 844.) Es necesario , como hemos dicho , quitar la superficie de las piedras con un rallo; porque si en ellas quedase tierra , formaria despues de la Calcinacion , manchas en las que no apareceria la luz. Tambien debe cubrirse la piedra con el polvo de otra piedra igual , pues de lo contrario no produciria, despues de la Calcinacion , sino algunos puntitos brillantes de débil luz. Homíerg fué el primero que hizo esta observacion la que debió á una feliz casualidad. Llevaba en un via- ge algunas de estas piedras ; rozáronse unas con otras, de lo que resultó un polvo que se les pegó en parte. Habiendo despues Homberg calcinado sus piedras en este estado , y sin separar dicho polvo , halló , hecha la Calcinacion , que los lugares á que se habia pegado el polvo , eran mucho mas luminosos que los otros. Hay otro método para calcinar y hacer fosfóricas las piedras de Bolonia y otras , que- igualmente produce buen efecto , y pide ménos aparato segun lo refiere du Fay : "Tomo, dice (Memorias de la Academia de •, las Ciencias de París , para el año 1730, pág. j29.), » una ó mas de estas piedras enteras ó reducidas á pol«vo; « vo; póngolns en un crisol que cubro y coloco en una » fragua ; rodeole de carbones ; le caliento poco mas ó » ménos como si quisiera fundir plata ; déxole en este es- « tado cerca de media hora ó tres quartos ; y- habien- Mdo dexado enfriar el crisol, se halla mi piedra lumi- » nosa. Si aun no lo está , ó solo despide luz débil , se la » calcina segunda vez y aun tercera, y con esto se consi- » gue." La piedra de Bolonia no es la única , segun du Fay , que se vuelve luminosa con este método , pues hay otras muchísimas que deben verse en su Memoria. C.C.
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