Hrodulf, luz y fuerza.
Noto que tus palabras no vienen de ti, y me preocupa muchísimo tu salud.
Te lo ruego: ¡vete de esa maldita isla y regresa a Soledad de una vez! Me es casi imposible soportar las noches sin ti. Perderte me mataría.
Amor mío, si no vuelves pronto, iré a buscarte.