ira, papá:
Tú siempre me decías que el manejo del hacha era lo único que se me daba bien, así que ¿qué esperas que haga? Los Capas de la Tormenta pagan una miseria a sus soldados y no pienso luchar por esos Imperiales comedores de estiércol. Me las apaño bastante bien asaltando a los mercaderes en los caminos, y no podría importarme menos lo que tú pienses.
Tu "pequeña gata sable" tiene su propia operación aquí montada y no va a abandonarla porque te dé miedo que la pillen.
Ah, y no sigas intentando devolverme el dinero. Esos patanes intentan robarlo constantemente y tengo que aplastarles el cráneo hasta que espabilan.
-- Rigel Brazo Fuerte