El óxido de berilio se emplea para la fabricación de crisoles, en pastas refractarias especiales, dada sus buenas aptitudes para aguantar el choque térmico a elevadas temperaturas. Es usado en la formulación de las porcelanas modernas. Es altamente tóxico, aunque el óxido es de todos los compuestos de berilio el menos tóxico.
El óxido de berilio se emplea para la fabricación de crisoles, en pastas refractarias especiales, dada sus buenas aptitudes para aguantar el choque térmico a elevadas temperaturas. Es usado en la formulación de las porcelanas modernas. Es altamente tóxico, aunque el óxido es de todos los compuestos de berilio el menos tóxico.