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| - Durante las Guerras de la Apostasía en el 378.M36, el Capítulo de los Halcones de Fuego aún era joven. Se unieron a la resistencia junto a los Puños Imperiales, los Templarios Negros y los Bebedores de Sangre, así como la Tecnoguardia de Marte, contra la corrupción del megalomaníaco Alto Señor Goge Vandire. Los Halcones de Fuego lucharon valientemente en muchas grandes batallas contras las fuerzas Apóstatas del demente Vandire. Su desafío se vio pagado con la pérdida de su primer hogar natal, Zhoros, en un bombardeo termal masivo por una flota Templaria leal a Vandire. Negándose a transigir en su oposición a los Apóstatas, los Halcones de Fuego ayudaron jugando un papel importante en el derrocamiento de Vandire, tomando parte en el ataque a Terra, que finalmente derribó al demente Alto Señ
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| - Durante las Guerras de la Apostasía en el 378.M36, el Capítulo de los Halcones de Fuego aún era joven. Se unieron a la resistencia junto a los Puños Imperiales, los Templarios Negros y los Bebedores de Sangre, así como la Tecnoguardia de Marte, contra la corrupción del megalomaníaco Alto Señor Goge Vandire. Los Halcones de Fuego lucharon valientemente en muchas grandes batallas contras las fuerzas Apóstatas del demente Vandire. Su desafío se vio pagado con la pérdida de su primer hogar natal, Zhoros, en un bombardeo termal masivo por una flota Templaria leal a Vandire. Negándose a transigir en su oposición a los Apóstatas, los Halcones de Fuego ayudaron jugando un papel importante en el derrocamiento de Vandire, tomando parte en el ataque a Terra, que finalmente derribó al demente Alto Señor. Aunque hechos jirones, la diligencia y el valor de los Halcones de Fuego no fueron en vano, y se cree que fue en este tiempo cuando recibieron el mando de la Rapturous Rex como un regalo de la mano del mismísimo Eclesiarca reformador Sebastian Thor. La Raptorus Rex era una nave inmensamente enorme y antigua, cuyo origen se estima pre-imperial, en algún momento de la Era Oscura de la Tecnología, y había participado en las campañas de la Gran Cruzada. Como la Phalanx de los Puños Imperiales, la Rapturous Rex era ya una leyenda antes de su participación en el infame conflicto conocido como la Guerra de Badab en el 904.M41. La poderosa Fortaleza Estelar sirvió de base de operaciones a los Halcones de Fuego a lo largo de esa campaña. La estación espacial poseía más potencia de fuego que una escuadra entera de Cruceros imperiales y podía arrasar la superficie de un planeta en tan sólo unos minutos de su llegada a la órbita. La reputación más horrible de la Rapturous Rex era de destructora de mundos, con su casco salpicado de detectores de objetivos con bombas orbitales que la habilitaban para sembrar la atmósfera de un planeta con racimos de terribles bombas térmicas. Pero su poder más grande residía en la resistencia que le daba su tamaño y su anticuado diseño, que le permitían menospreciar el fuego más pesado arrasando las líneas de defensa y atacando flotas con arrogante potencia.
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