La invasión omeya de Bretaña fue una campaña militar rápida y sangrienta en el 735 por la cual el Califato omeya se anexionó la Península de Bretaña. Tras un año recuperando el poder militar en la Galia perdido durante la Guerra omeya-cristiana, Hisham I decide que Bretaña debe ser invadida debido a que estos realizaban constantes incursiones y saqueos en el Califato lo que contribuía a desestabilizar la zona. Hisham I encargó a Al-Gafiki la campaña militar.
La invasión omeya de Bretaña fue una campaña militar rápida y sangrienta en el 735 por la cual el Califato omeya se anexionó la Península de Bretaña. Tras un año recuperando el poder militar en la Galia perdido durante la Guerra omeya-cristiana, Hisham I decide que Bretaña debe ser invadida debido a que estos realizaban constantes incursiones y saqueos en el Califato lo que contribuía a desestabilizar la zona. Hisham I encargó a Al-Gafiki la campaña militar. Tras reunir un ejército, Al-Gafiki comenzó la incursión en la península. El sistema de organización tribal del pueblo bretón convirtió rápidamente la guerra en una guerra de guerrillas por lo que no hubo grandes batallas. Al-Gafiki consciente de este hecho optó por una guerra basada en el saqueo y el sometimiento tribu por tribu. Así el ejército omeya daba la opción de convertirse al Islam a sus líderes y someterse al Califato, sino era así se saqueaba el poblado y se ejecutaba a todos los líderes contrarios al califa. En un principio pocas tribus aceptaban las condiciones de Al-Gafiki por lo que las masacres fueron frecuentes. Pero tras ser arrasadas las tribus fronterizas la mayoría de líderes tribales decidieron someterse sabedores de la imposibilidad de resistir. Gracias a la rotundidad de la campaña la guerra fue breve, terminando a los pocos meses en el 735 pero por la brutalidad de esta los bretones no aceptará con agrado la llegada omeya convirtiéndose en una zona propensa al levantamiento.Categoría:Derrota en Poitiers