Según el segundo tomo de la Trilogía de la Guerra de los Ancestros: El Alma del Demonio, se describe a Hakkar de la siguiente manera: "El elfo nocturno se atrevió a lanzar una mirada por encima del hombro y contempló una visión casi tan aterradora como Archimonde: un caballero esquelético enorme, con una calavera cornuda en lugar de cabeza y llamas en lugar de ojos, que utilizaba un temible látigo."
Según el segundo tomo de la Trilogía de la Guerra de los Ancestros: El Alma del Demonio, se describe a Hakkar de la siguiente manera: "El elfo nocturno se atrevió a lanzar una mirada por encima del hombro y contempló una visión casi tan aterradora como Archimonde: un caballero esquelético enorme, con una calavera cornuda en lugar de cabeza y llamas en lugar de ojos, que utilizaba un temible látigo."