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| - Gigantomachia, el capitulo de Sangre (ギガントマキア 血の章 - Gigantomakia Chi no Shô) Sumario:
* Echidna - página 11.
* Coma - página 31.
* Blood - página 83.
* Chronos - página 131.
* Deus Ex Machina - página 193. La gran batalla contra los gigantes llega al final: Gigantomachia – Historia de sangre. Los Saints que se habían desplazado hasta el Monte Etna están reunidos con Athena en el Santuario de Grecia. Ellos habían vivido muchas aventuras: secuestros, luchas contra monstruos mitológicos y hasta uno de los héroes fue dominado por el enemigo. En esta historia tendremos revelaciones como el nombre del maestro de Mei, uno de los Gold Saints, la llegada de un amigo y la salvadora aparición de un poderoso aliado. Además, son libradas batallas aún más devastadoras mostrando la verdadera razón de esta nueva Gigantomachia. La historia clásica de Masami Kurumada jamás será la misma después del final de esta historia de sangre. Resumen del libro anterior, Gigantomachia – Capítulo de Mei. En la primera parte de la historia fuimos testigos de la reaparición de los Gigas, gigantes malignos que habían sido aprisionados por Athena en las profundidades de Sicilia, en el distante pasado de las leyendas mitológicas. Después de conseguir escapar de alguna forma, en los días de hoy, los Gigas secuestran a la Saint Femenino Yulij. Seiya y Shun reciben la misión de rescatarla, recibiendo el deber también de verificar la integridad del sello de Athena. Su hermano Mei, actuando ahora como uno de los agentes secretos del Santuario, es escogido para guiarlos en esa aventura hacia Sicilia. Pero la Mente de Mei había sido dominada por la “voluntad” de Tifón, el más poderoso de los Gigas. Aunque se había transformado en una especie de marioneta por esa influencia maligna, Mei consigue reunir fuerzas para arrepentirse de la traición, consciente del hecho de que su debilidad posibilitó la resurrección de los Gigas. Al borde de la muerte, Mei es salvado por el grandioso amor de Athena, recibiendo una Cloth de Saint – el Traje Sagrado de Cabellera de Berenice, que pasa a ser su constelación protectora. Para Mei, ese es el comienzo de la guerra contra su destino, escrito en las estrellas desde los tiempos mitológicos. Mientras tanto, Tifón, resucitado, deja atrás a sus oponentes...
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