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| - La raza xenos conocida como Silicatos es casi desconocida en el borde oriental de la galaxia. Se cree que sus mundos de origen estaban muy hacia el centro de la misma, y que un desastre que les sobrepasó empujó a sus naves supervivientes hasta el borde. No obstante, un supuesto ser de su especie está cautivo en el Bestiarium Xenos de la Fortaleza de la Guardia Erioch; un pilar de silicato en forma de huevo de más de dos metros de altura. En las distancias cortas se pueden vislumbrar los vagos contornos de una figura humanoide bajo la superficie. Los xenos sólo pueden comunicarse telepáticamente y pocos eligen hacerlo dada la lentitud y extraño del proceso. La mayoría no hablará de dicha experiencia, y aquellos que sí parecerán profundamente preocupados tras esta. El ser se ha declarado como el Custodio del Juramento de la Vigésimonovena Intercesión a aquellos que se han dignado a comulgar con él. Las afirmaciones frágiles y multicapas del custodio son difíciles de interpretar, pero parece considerarse un rehén voluntario, como garantía de un acuerdo alcanzado hace mucho tiempo. La Bóveda Omega aparece con fuerza en sus pensamientos, y los secretos acerca de su construcción y su propósito final parecen siempre al alcance del interlocutor. El propio custodio parece incapaz de moverse, pero se ha observado que tiembla ligeramente antes de cada apertura de la bóveda. Los registros muestran que en dos ocasiones el custodio ha transmitido mentalmente lo que parecían ser advertencias en una lengua desconocida con un poder sorprendente. Las celdas Hexagramáticas han sido fortalecidas después de cada uno de estos eventos. Qué acuerdo firmó el custodio del juramento y mantiene se pierde en las nieblas del tiempo, como la fecha en que fue llevado a la fortaleza. Se han enviado sondas de datos a las catacumbas en varias ocasiones y realizado frecuentes búsquedas en los cogitadores pero hasta la fecha se ha encontrado poco en relación con los Silicatos o con el custodio del juramento. Para añadir más intriga al asunto, un inventario del Bestiarium Xenos que data del M.39 enumera un "Silicato de movimientos lentos de 1m de altura" en la celda de retención ahora ocupada por el custodio. Las pruebas indican que el ser es parcialmente artificial y muy modificado a nivel molecular. El Apotecario Winslas ha postulado que es un injerto simbionte de una forma de vida basada en el carbono con matriz de silicato auto-replicante, tal vez pensado como una forma exótica de almacenamiento de datos que cobró autoconsciencia. Los adeptos creen que el ser ha estado en un estado transitorio a lo largo de su encarcelamiento, aumentando lentamente su masa y que sólo se ha vuelto completamente sésil durante los últimos siglos. Siguiendo el Principio de Jaxxon, esto conducirá a un crecimiento exponencial de sus poderes y habilidades mentales con el tiempo. Se ha descubierto que ciertas frecuencias de resonancia son capaces de fragmentar muestras tomadas de la entidad de silicato. Se ha construido una batería de emisores armónicos de alta potencia en las paredes de la celda que contiene al custodio del juramento para que pueda ser destruido con el chasquido de un interruptor si surge la necesidad.
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