He matado a dioses, he derrocado imperios y he destruido planetas enteros. Comparada con esto, tu triste muerte pasará desapercibida a ojos de la Historia. Pero no desesperes, joven héroe, yo recordaré este instante para siempre.
No soy alguien caprichoso, ni dado a actos de crueldad sin sentido. El hecho incontestable es que tú y los tuyos sois intrusos aquí, y al entrar habéis firmado vuestra sentencia de muerte. Yo te maldigo por ponerme en esta situación.