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| - Una de tantas noches Jonathan y Armando un par de amigos excursionistas decidieron salir de incursionar las parte más aisladas del desierto, con la luna menguante su fiel compañera de esa noche bueno eso creyeron, no contaron que los celos del viento los acorralaría con una estrepitosa tormenta de arena obligándolos a huir hacia una cueva que les sirvió como guarida nocturna. ―Mira esa caja ― dijo Jonathan, mientras apuntaba con su linterna hacia una esquina del lugar que les servía de guarida. ― ¿creo que el alcohol te afecto? %96 respondió Armando, para luego acercarse ― Tienes razón pero no es una caja es un cofre. ―sentenció mientras se acercaba para observar más detalladamente el objeto. ―Vamos, ayúdame― dijo Jonathan mientras se acercaba con una pequeña pala ― recuerda, no perdemos nada sacándola ― su sorpresa fue tal, al ver a sus amigo ya estaba excavando sin decir nada. ―Bueno tienes razón. ― dijo mientras excavaba ― así que cállate y empieza%85 Luego de una ardua tarea, lograron desenterrar un gran baúl muy pesado, cosa que no pudieron mover ni llegarlo a ningún solo decidieron a romper la cerradura en ese mismo lugar. La sonrisa fue extensa al ver dentro luego de sufrir tanto por romper el seguro, aunque no podían hablar por la emoción sus gestos decían muchas cosas al coger todas esas joyas, copas de oro y diamantes objetos en cantidades suficiente para llenar toda esa caja. ― Mira esto ―dijo Jonathan, mientras cogía unos papeles que estaban dentro del baúl. ― ¿Qué dice? ―dijo Armando, aun hipnotizado por los tesoros encontrados. ―No sé, vamos a leerlos ―respondió Jonathan, mientras lo desplegaba. ―Antes de leerlo, enterremos otra vez la caja ― dijo armando mientras guardaba la mayor parte de las cosas. ― ¿Por qué? ―Prevenir antes que lamentar ―dijo mientras empezaba a enterrar otra vez el baúl. Luego de terminar de hacerlo dejando marcas alrededor, marcas que solo ellos llegarían a entender ―bien terminamos― dijo armando, mientras avanzaba cerca de la linterna para leer el viejo papel. ― ¿Crees que sea algún tipo de propiedad colonial? ― dijo Jonathan muy emocionado. ―No lo sé, pero ya lo averiguaremos. ― Respondió Armando mientras acercaba a la luz de la linterna para empezar a leerlo. Hola%85 si lees esto, espero que seas cuidadoso. Soy Cesar Smith, admitiré que soy un ladrón, pero no uno cualquiera. Como decirlo, no era uno de esos a los que nadie quiere acercarse, las damas darían su vida muy felices por la mía, soy de esos que las autoridades prefieren evitar lo que escribo no es solo por vanidad, ni por querer llamar la atención, ¿Por qué entonces?... bueno yo estaba destinado ser una leyenda; si uno de esos al cual nombras mi nombre y este hará tu piel se estremezca solo con oír mi nombre, el mismo que hará que te consuma de miedo, te diré que mi mirada intimida a cualquiera aunque casi siempre es cubierta por mi largo cabello, mi piel oscura por culpa del sol, antes era muy blanca pero ahora eso solo es un recuerdo. Seguro te preguntas porque escribí este estas cosas describiéndome tal vez definitivamente soy un vanidoso, bien te lo diré ya que como esta nuestra situación no creo que duremos una noche más tiempo. Hace dos semanas descubrimos una caravana de viejos gitanos, si viejos no habían jóvenes, ni niños, fue algo raro pero en fin ignoramos ese detalle, porque las riquezas en oro era extraordinarias, las riquezas que tendría cada uno eran exageradas, cosas que serían muy sencillo quitárselo ya que sus guardianes solo eran eso vejestorios, oro fácil, dirían mucho así como yo lo pensé. Los seguimos por casi por una semana, para ver si tendrían refuerzos o cosas similares los vigilamos noche y día, para no tener problemas o sorpresas futuras, cierta noche sin luna observamos algunos perros algo extraños que solo los veíamos de noche, cosa que no creo que sea un problema para unas cuantas balas; Todo lo que fue sigilosamente planeado se transformó en una batalla feroz por culpa de esos perros, los cuales fueron muy bien entrenados esas bestias era exageradamente fuerte y de gran agilidad aunque perdí un par de hombre logramos exterminarlas, aunque el tiempo que perdimos con ellos fue exagerado, aquella noche fue extremadamente larga aunque la venganza por mis dos compañeros no se hizo esperar. La así que hice lo que todo ser de mi tipo haría "matar a todos" así me evitaba posibles venganzas futuras, cogimos a todos y los íbamos degollando uno por uno sin contemplación alguna aunque ocurrió algo curioso. Mientras hacíamos nuestro ardua labor de eliminar las evidencias uno de los más viejos, si, uno de esos fósiles aun quería pelear ya que hablaba cosas inverosímiles como algún tipo de insultos, cosas similares y en uno de los descuidos de mis compañeros ese viejo escapo y fue corriendo hacia una carroza de las carrozas más lujosas, en eso se hizo un gran corte y con sus propias manos derramando con su sangre la mayor parte del oro marco una señal extraña, aunque nos molestó un poco que haga eso pero aun así, tuvimos compasión de él, para acortar su largo sufrimiento lo matamos para que deje de convulsionar (la verdad era muy asqueroso verlo hacer eso) y para que no sufra mucho claro. Recuerden que también tengo un corazón y estómago, aunque su último grito fue extraño porque embrees de un grito fue un aullido, si, más parecía un aullido que un grito, pasado ese hecho curioso continuamos con los asesinatos pero ahora todos ya no tenían una cara de resignación al morir ahora todos tenía una sonrisa maliciosa, algo así como si se burlaran de nosotros, aunque eso no impidió que aniquilemos a todos. Cumplido nuestro deber buscamos los restos de nuestros compañeros la sorpresa fue tal al ver cuerpos desnudos justo donde habíamos acribillado a esas criaturas fue raro. En un tipo de acto religioso (por que a alguien se le ocurrió quemarlos) los acomodamos a un costado de la caravana y sepultamos a nuestros caídos para poder irnos, cabalgamos casi todo el día, la reserva de alimentos que tenías esos viejos eran algo extensa algo así como para vivir una gran temporada en el desierto, al caer la noche festejamos consumiendo el buen vino y las delicias de la carroza de provisiones, caer la oscuridad de la noche ya cuando la luna estaba casi en lo más alto, fuimos rodeados por aullidos era una "gran jauría de perros grandes " así como los que murieron defendiendo a los viejos. La batalla fue brutal esa noche peleamos con una gran ventaja numérica las balas corrían por doquier ya que teníamos una cantidad nada despreciable aunque la ferocidad de las mordidas de esos animales no se quedaba atrás, la sangre corría por todos lado formando grandes charcos de rojo carmesí, la cantidad era tanta porque a través de ella se reflejaba una misteriosa luna roja si una que se reflejaba en a través de todos eso charcos de sangre. Sangre que era de mis camaradas combinada con la de esos perros sarnosos, la batalla fue toda la noche ya casi al amanecer esas criaturas empezaron a correr despavorida hacia el lado opuesto de donde salía el sol. Esa noche perdí más de la mitad de mis compañeros mi ira; Era cada vez más extensa cuando logre ver el campo de batalla. Un lugar donde mis compañeros estaban desmembrado, se podía ver algunas cabezas arrancadas de sus cuerpos era un escenario demasiado atroz, mi sorpresa fue más al ver sus cuerpos estaban combinado con cuerpos desnudos. ― ¡Si! ― Cuerpos desnudos, cuerpos de gitanos mezclado con los de mis camaradas eso origino miedo entre mi gente, en un parpadeo ya todos hablaban sobre las maldiciones gitanas y cosas. Antes que el miedo termine de consumirlos decidí avanzar con todo el cargamento, tratamos de llevar a todo lo que podíamos, lamentablemente tuvimos que dejar a los que estaban moribundos, nadie se quejó de esa decisión porque todos sabíamos en nuestro interior que esas bestias regresaría así que tratamos de alejarnos todo lo que pudimos, bueno todo lo que el sol nos permitió cabalgar, al anochecer cogimos todas muestras municiones y nos atrincheramos esperando un nuevo ataque, la noche fue larga y oscura las fogatas alumbraban en cada punto de la trinchera porque esa noche la luna estaba oculta tras algunas nubes, hacíamos guardias turnadas para que tengamos fuerzas para la batalla pero esa noche nada ocurrió. La noche siguiente fue igual no pasó nada hasta la noche siguiente, que una pequeña jauría nos atacó de sorpresa cogiéndonos con la guardia baja, aunque no dejaron heridos entre nosotros los caballos no tuvieron la misma suerte, al hacer esto nos dejaron sin movilidad aunque acabamos con todos, aunque logramos salvar a algunos cuantos caballos, creo que los suficientes como para poder mover todas las carretas aunque esta vez mi gente estaba dentro de estas es por eso que el paso era más lento, esa noche fuimos atacados ferozmente perdiendo a grandes camaradas, grandes guerreros, aunque quedamos los mejores por eso logramos sobrevivir un día más, pero perdimos los caballos que nos quedaban y así nos dejaron sin forma de movernos. Hoy cogimos todo el oro y lo enterramos en varios lugares dentro de una cueva en la cual nos atrincheramos para que ellos no lo tengan y si alguien sobrevive a esta noche espero que sepa cómo gastarlo todo sé que lo más seguro terminara herido pero espero que regrese luego de un tiempo para se lo lleve, aunque ya terminamos las trincheras y acomodamos toda las municiones que nos quedan (ya no era tanta como para hacer frete a esas criaturas), sabes que ocurrirá cuando caiga la noche así que algunos de los que quedan están comiendo todo lo que pueden otros alistan sus cosas con la esperanza de escapar a la ferocidad de esas criaturas, es por eso que empecé escribir, porque sé que esta noche será la última noche, lo pude ver en la mirada de mis compañeros si, llevan esa mirada perdida en la nada, como condenado resignado a su pena capital, y nos los culpo a mí me quedan 3 balas y mi cuchillo está muy afilado, ¿Por qué? no sé, me basta con saber que esas bestias pueden morir; así que, acabare con todos los que pueda si es posible los acabare con mis propias manos los matare, lamentablemente no llegue a ser "una leyenda" como siempre quise ser, pero no me lamento de nada. Ya es ya la noche a llegado sé que vendrán hoy, ¿Porqué, lo sé? Te diré porque es fácil saberlo; puedo oírlos los aullidos y los ladridos son cada vez más cerca también, sé que esta es la jauría más grande que hemos enfrentado hasta ahora así que%85 adiós. Cierto, olvide decir que tengan cuidado con este tesoro ya que esta maldito. Porque quien ponga las manos en ella sus manos, morirá de la misma forma que nosotros y si sobrevives considerare que eres digno de llevártelo%85 La sonrisa fue mutua en ambos amigos, al terminar de leer y enterarse que aún hay más cofres en esa cueva, cosa que los volvería muy ricos. ―Crees que sea cierto, lo que dijo al final― dijo Jonathan, mientras se levantaba. ―Solo es para asustar a los supersticiosos ― respondió Armando, con una sonrisa en los labios sonrisa que fue borrada inmediatamente al oír los ladridos y aullidos acercándose a la cueva.
- Los chicos siguen dándole vueltas al sueño que tuvieron la noche anterior. Fue tan real que están convencidos de que no se trata de una simple pesadilla. El hombre misterioso dijo que sabía quién mató a Carol y que debían bajar a ayudarle…. ¿Y si es alguien que está atrapado entre los escombros, en los pasadizos? Además, Lucía confiesa a Marcos que la versión sobre la muerte de Héctor no es cierta: su tío no falleció al caer por la escalera. ¿Puede ser que Héctor siga vivo? Y si es así, ¿qué relación hay entre él y el hombre misterioso? Los adultos trabajan en los pasadizos en busca de medicinas, pero con el material del que disponen, nunca llegarán a tiempo. Se necesitan medios más "radicales". El Teniente Garrido pide a los soldados del exterior explosivos para hacer una voladura controlada. Fermín tiene problemas para controlar a Curro. Es un tipo violento que sólo quiere salir de allí como sea y ajustar cuentas con Amaia. Pero, ¿qué relación hay entre ambos? ¿Y por qué ella le tiene tanto miedo? Iván sigue sufriendo los efectos secundarios de la medicación. Cuando sus olvidos comienzan a afectar a su relación con Julia, Iván se plantea tomar una decisión definitiva. Categoría:Capitulos Categoría:Séptima Temporada
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