Patán queda convencido de que se está muriendo y deja al pequeño Gustav a cargo de Dientepúa. Pero cuando él se recupera "milagrosamente" le exíge al niño su dragón de vuelta, por lo que Gustav decide conseguir su propio dragón (al cual llama Puadiente) y entrar a la academia de dragones, lo quieran o no.
Patán queda convencido de que se está muriendo y deja al pequeño Gustav a cargo de Dientepúa. Pero cuando él se recupera "milagrosamente" le exíge al niño su dragón de vuelta, por lo que Gustav decide conseguir su propio dragón (al cual llama Puadiente) y entrar a la academia de dragones, lo quieran o no.