La crisis de Barcelona permitió al esposo de María el reclamar el trono aragonés, cosa que dio lugar a la Unión personal de los reinos Lusos y aragoneses, en el mediterráneo y Vespucia respectivamente.
La crisis de Barcelona permitió al esposo de María el reclamar el trono aragonés, cosa que dio lugar a la Unión personal de los reinos Lusos y aragoneses, en el mediterráneo y Vespucia respectivamente.