Mercur se unió a las huestes eternas del Emperador de la Humanidad de la misma manera que había servido a la humanidad; enteramente de acuerdo con las creencias de su Capítulo padre, los Fantasmas Estelares. Este sostiene que la vida es transitoria y la forma de la muerte de un guerrero lo es todo. Así pues, Mercur murió protegiendo a sus compañeros, defendiendo la puerta principal de la Estación de la Guardia contra todo pronóstico. Las doctrinas de los Fantasmas Estelares exigen que los caídos sean honrados por encima de los vivos, sosteniendo que ningún guerrero les ha servido de verdad hasta que este ha muerto. Por ello el nombre de Mercur resuena a través de los siglos por medio de los asistentes a perpetuidad que los Fantasmas Estelares envían para cantar las horas en su capilla. Aun
Mercur se unió a las huestes eternas del Emperador de la Humanidad de la misma manera que había servido a la humanidad; enteramente de acuerdo con las creencias de su Capítulo padre, los Fantasmas Estelares. Este sostiene que la vida es transitoria y la forma de la muerte de un guerrero lo es todo. Así pues, Mercur murió protegiendo a sus compañeros, defendiendo la puerta principal de la Estación de la Guardia contra todo pronóstico. Las doctrinas de los Fantasmas Estelares exigen que los caídos sean honrados por encima de los vivos, sosteniendo que ningún guerrero les ha servido de verdad hasta que este ha muerto. Por ello el nombre de Mercur resuena a través de los siglos por medio de los asistentes a perpetuidad que los Fantasmas Estelares envían para cantar las horas en su capilla. Aunque los Quince de Midael son debidamente honrados, el canto continuo que emana de la capilla dedicada a Mercur asegura que su memoria sigue viva. Se dice que los siervos para este deber están bajo instrucciones de no cesar jamás sus cantos sonoros, ni siquiera en las circunstancias más drásticas. Esta aseveración se confirmó varios siglos más tarde, cuando continuaron con sus obligaciones incluso mientras la muerte y la anarquía amenazaron con engullir la Fortaleza de la Guardia Erioch.