La apariencia de Laylamon es un cruce entre una sacerdotisa demoníaca y una cortesana feudal japonesa. Viste un largo kimono de color púrpura por encima de un mono de cuero negro que le cubre gran parte del cuerpo. Tiene el cabello de color negro oscuro, al igual que las alas que le salen de su espalda, y su piel es pálida. Además, las cintas que le salen de su vestimenta son en realidad cuchillas punzantes. Pero su rasgo más llamativo es la garra dorada (Uña Názar) que le cubre toda la mano derecha que le permite corromper todo lo que toca.
La apariencia de Laylamon es un cruce entre una sacerdotisa demoníaca y una cortesana feudal japonesa. Viste un largo kimono de color púrpura por encima de un mono de cuero negro que le cubre gran parte del cuerpo. Tiene el cabello de color negro oscuro, al igual que las alas que le salen de su espalda, y su piel es pálida. Además, las cintas que le salen de su vestimenta son en realidad cuchillas punzantes. Pero su rasgo más llamativo es la garra dorada (Uña Názar) que le cubre toda la mano derecha que le permite corromper todo lo que toca.