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| - Ramirus siempre tuvo un carácter muy independiente y era un buen representante de su Capítulo en este sentido. Tal vez no tan versado en el combate como sus hermanos, su opinión sin embargo era muy valorada y bien considerada, y su intuición raramente le fallaba. No es extraño por tanto que llevara la voz cantante en los asuntos que requerían una investigación. El Guardia del Cuervo era un Astartes muy cordial, diplomático y, en secreto, bastante escépico con algunas de las prácticas más fanáticas en el seno del Imperio. No obstante, durante una de sus misiones, la contemplación de los horrores practicados por los Eldars Oscuros le hizo recapacitar, y empezar a entender que la intransigencia e intolerancia tal vez eran necesarias para tratar con algunos xenos. Ramirus atendió a varios de sus camaradas, salvándoles la vida en diversas ocasiones. Lamentablemente, él mismo perdió la suya cuando el grupo se enfrentó a un siniestro C'tan durmiente y su corte de Necrones. Por indicaciones del propio Larsson, su cuerpo fue incinerado, previa extracción de las glándulas progenoides, y sus cenizas vertidas a la inmensidad del espacio.
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