Hay un misterioso límite entre los mundos de los muertos y de los vivos que los espectros cruzan con más facilidad que los humanos. Para dañar a un adversario espectral, embadurna la hoja del arma con este aceite. Solo entonces podrá rasgar el telón que separa los mundos y hacer daño al espectro. Efectos: una hoja embadurnada con esta sustancia aumenta el daño causado a los espectros.
Hay un misterioso límite entre los mundos de los muertos y de los vivos que los espectros cruzan con más facilidad que los humanos. Para dañar a un adversario espectral, embadurna la hoja del arma con este aceite. Solo entonces podrá rasgar el telón que separa los mundos y hacer daño al espectro. Efectos: una hoja embadurnada con esta sustancia aumenta el daño causado a los espectros.