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| - - Nos están haciendo perder demasiado tiempo, Capitán. - Lo se, y no lo soporto. Acabemos con esta oleada y sigamos a paso ligero hasta nuestro objetivo. - Dijo Skarus, capitán de la Séptima Compañía de los Martillos de Wikia - Jektor, Luka, conmigo. El resto, acabad con los que queden. - ... la luna es una base del Administratum, pero ahora sirve como base para el ataque de nuestros enemigos. Su misión, Capitán, es aterrizar en el punto Theta-124, a poca distancia de la Plaza del Emperador, y desde allí avanzar al Centro de Mando. Desconecte las baterías para que nuestra flota pueda acercarse al planeta principal. ¿Han quedado claras las órdenes? - Si, Capitán Seperinus. Alto y claro. ¡Forjaremos una nueva era! - Mientras se cortaba la conexión, Skarus pudo comprobar en su tono de voz que Seperinus se guardaba información pero supuso que, si lo hacía, no era demasiado importante para el desarrollo de la misión. Skarus se dirigió a los Martillos Grises, su Escuadra de Mando, y les trasmitió las ordenes del Primer Capitán. La Thunderhawk en la que se encontraban traqueteaba por la entrada en la atmósfera, y el ruido de los componentes metálicos hizo que tuviera que alzar la voz. - La mayor parte de nuestra fuerza avanzará en el frente. Paralelamente, Las escuadras Solex y Pontifex acompañarán a los hermanos de la Octava compañía al encuentro de los hermanos de la Décima compañía que se desplegaron hace unas horas. Shadar, quiero que tú les acompañes, les vendrá bien tu habilidad si se ven en problemas. ¿De acuerdo? Al poco tiempo de aterrizar y conseguir ordenar a sus fuerzas, Shadar avanzó con las dos escuadras asignadas hacia el objetivo secundario, mientras Skarus llevó un recuento de las tropas a su disposición: las escuadras Octavius, Kiro y Tucides , el Dreadnought Mikel Vaddan y el Predator Solomon. Cuatro horas después del aterrizaje, los Martillos apenas habían conseguido avanzar dos tercios del camino hasta el Centro de Mando, un edificio de aspecto gótico con grandes ventanales y altavoces que vociferaban advertencias pregrabadas, que se podía ver desde la Plaza, a pesar de encontrarse a casi diez kilómetros de distancia. Tras apenas 20 minutos de avance, chocaron contra su enemigo, y Skarus pudo confirmar las informaciones enviadas por los Exploradores: los habitantes de la luna, antes fieles y devotos del Emperador, eran ahora solo una masa de cadaveres andantes. Las cuencas de sus ojos sin vida goteaban un líquido parecido al aceite, y de cada agujero de su cuerpo surgían moscas y otros insectos, que se alimentaban de su carne. El hedor era tan apestoso que incluso se filtraba por los respiradores de los cascos. Tras una breve lucha, quedó claro que los cadáveres, que no poseían nada más que los jirones de sus antiguas ropas, nada tenían que hacer contra las resistentes servoarmaduras de los Martillos. Sin embargo, su elevada resistencia al dolor y elevado número suponía que cada pequeña escaramuza se alargase más de lo deseado. En cuanto llegaron a la puerta del gran edificio, un proyectil destrozó la unión de la rótula de uno de los Hermanos de la escuadra Kiro, y como un resorte, los Marines corrieron a buscar cobertura. Entonces, comprobaron el origen de la infección que atacaba el planeta. Marines Espaciales del Caos, de armaduras oxidadas y cubiertas de un moco enfermizo y pústulas que palpitaban con una grotesca vida propia, comenzaron a disparar salva tras salva a los Martillos de Wikia. Sin embargo, sus proyectiles poco pudieron hacer contra el blindaje de los vehículos que acompañaban a la fuerza. Con el fuego combinado del Predator y el Dreadnought, pronto no quedaron más que trozos ensangrentados de ceramita y un asqueroso olor a materia orgánica en descomposición. Mientras el Apotecario Helmor Tectuma se encargaba del herido, Skarus y Jektor estudiaron los restos de sus enemigos. Tras un momento de vacilación, Skarus comenzó a hablar. - Ahora se lo que Sepe se guardaba... ¡Rolf, - dijo, encarándose al Tecnomarine de su escuadra - contacta con la flota, que avisen al Capitán Seperinus de la confirmación de presencia de Renegados en el sistema! - Si, Capitán. Rolf se encarga. - Minutos después, añadió - Problemas, señor. Skorr ha fallado en su misión. El objetivo no ha podido ser recuperado. - Maldita sea, al próximo maldito traidor que aparezca voy a empalarle personalmente - el Campeón de la Compañía, Jektor, desenvainó la espada, pero una mirada de Skarus sirvió para que la pusiera de vuelta en su tumba.- Vale, vale. ¿Qué hacemos ahora, Capi? - Lo único que podemos hacer. Continuar con la misión. Y Jektor, no me hagas recordarte que no puedes llamarme "Capi". El resto de la misión fue sencillo. Tras entrar en la base, y acabar con una escasa resistencia de los traidores sin apenas bajas, llegaron al centro de mando y desactivaron las defensas orbitales. Usaron el mismo panel de comunicaciones de la base para contactar con la flota y informar de los avances. Apenas una hora después de entrar en el edificio, volvían a salir por la puerta. Pero esta vez, les esperaba una sorpresa. El terreno que hayaron frente a ellos había cambiado radicalmente: donde antes se veían las amplias calles pavimentadas de una ciudad imperial, ahora solo se hayaba una ciénaga. El limo corría por las paredes de los edificios, y una enorme cantidad de zombies surgían de las asquerosas aguas hacia su dirección. - ¡No gastéis balas! Usad los cuchillos, ahorrad munición - Gritó Skarus, orden que repitieron Nye Ross y Necros, Portaestandarte y Capellán.- Aquellos que tengáis armas de energía, al frente. El resto, asegurad que no nos rodeen. No sabemos lo que puede ocurrir si nos hundimos en estas aguas. Tras acabar con sus enemigos, y recorrer el camino de vuelta en condiciones penosas, llegaron a la Plaza del Emperador. Sin embargo, el espectáculo que encontraron allí fue aún más desolador que lo que habían visto hasta entonces. Las estatuas de los antiguos héroes estaban retorcidas, y en ellas se movían bocas y tentáculos, y la multitud de ojos vidriosos que les habían crecido se volvieron en masa para mirarles. De los edificios salían enjambres de moscas, y de agujeros del suelo, los tentáculos se alzaban casi tan alto como estos. En el centro de todo, se encontraba una figura que Skarus conocía por medio de los archivos de la Biblioteca: Aras el Carroñero, antaño orgulloso Capitán de uno de los Capítulos de Marines Espaciales, no era ahora sino una parodia de lo que fue. De su Armadura de Exterminador surgían dientes y lenguas asquerosas, de los que salpicaba un líquido que derretía las piedras al contacto. Su mano derecha, con la que sujetaba una gran maza, era ahora un tentáculo con ventosas, similar al de un pulpo. Los Martillos apenas tuvieron tiempo a reaccionar, cuando de la niebla surgió la aterradora forma de un Profanador, corriendo hacia ellos y aullando como un demonio. Rapidamente, se abalanzó contra el Marine más cercano, y lo desgarró con las patas delanteras mientras con el resto pisoteaba a otros dos. Aunque los Bólter no consiguieron mellar su blindaje, un disparo afortunado del Predator arrancó uno de los brazos del monstruo mecánico. Así comenzó la batalla entre leales y traidores. Los últimos, aunque menores en número, poseían una resistencia sobrenatural ofrecida por su Dios, y contaban con cientos de zombies a su servicio. Estos escalaron por el lateral del Predator, y consiguieron hundirlo en el fango, incapacitándolo. Skarus dirigió personalmente la carga, despedazando huesos y armaduras indistintamente con su Martillo Destierraesencias. Antes de poder alcanzar a Aras, el Profanador se interpuso en su camino, y lanzó su otra garra blindada contra los Martillos Grises, con la que consiguió agarrar a Jektor. Afortunadamente, una explosión de fuego azul alcanzó al ingenio demoníaco, que quedó inmediatamente inmovil. Shadar surgió de la niebla seguido de las escuadras Solex y Pontifex. - ¿Me esperabais? - No, creo que estábamos llevando esto bastante bien - dijo Jektor, incorporándose y destrozando a un zombie con un golpe de escudo. Señaló a la escuadra de la Octava Compañía, que acababa de aterrizar en medio de las filas enemigas y estaban destrozándoles con sus espadas - Pero esa Escuadra de Asalto no nos viene nada mal. Vamos a por el resto. Skarus consiguió situarse frente al líder de los traidores, y comenzaron la pelea sobre la estatua derruida del Emperador. Aunque la velocidad de ambos era parecida, la fuerza que una Armadura de Exterminador ofrecía a Aras comenzó a pasar factura a Skarus. Viendo que la pelea se tornaba en su contra, Skarus tomó una medida desesperada. Chocando a Destierraesencias con toda la fuerza que pudo reunir contra la maza de su contrincante, ambos trastabillaron por el retroceso. Así, aprovechando el movimiento de regreso, desenvainó la Espada de Energía y cercenó el tentáculo de su oponente, mandando a volar su maza. Así, Aras se vio desarmado, y no tardó en tener la espada de Skarus hundida en el pecho - Larga vida al Emperador, capullo - dijo, mientras hundía la espada hasta el pomo en la grieta de la armadura de su enemigo. Donde quiere que sea que vayas, saluda a tu señor, y dile que me espere. Tras pocos minutos, el combate terminó. Tras la muerte de Aras, el paisaje volvió a cambiar, y la ciénaga desapareció, así como lo hizo la vida de los zombies. Habiendo completado la misión, solicitaron la evacuación, y volvieron con la flota. Categoría:Relatos Martillos de Wikia
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