Participó activamente en la revolución La Gloriosa del 28 de mayo de 1944, en la que se derrocó al régimen de Carlos Alberto Arroyo del Río y fue artífice de la dirección de la toma del Palacio de Gobierno. Durante dos días estuvo a cargo del gobierno ecuatoriano, siendo la primera mujer en dirigir el Ecuador, aunque informalmente y sin contar con un nombramiento oficial. Posteriormente sería nombrada como la primera diputada en la historia de la Asamblea Nacional del Ecuador, hasta ese momento solamente formada por varones.
Participó activamente en la revolución La Gloriosa del 28 de mayo de 1944, en la que se derrocó al régimen de Carlos Alberto Arroyo del Río y fue artífice de la dirección de la toma del Palacio de Gobierno. Durante dos días estuvo a cargo del gobierno ecuatoriano, siendo la primera mujer en dirigir el Ecuador, aunque informalmente y sin contar con un nombramiento oficial. Posteriormente sería nombrada como la primera diputada en la historia de la Asamblea Nacional del Ecuador, hasta ese momento solamente formada por varones.