En el 928.M41, el ¡Waaagh! Dregdakka se precipitó sobre la Constelación de Adransa, causando una devastación inenarrable. En el planeta Thrassos, una fuerza combinada de Marines Espaciales de los Capítulos de los Caballeros de Hierro y Liberadores intenta detener el avance arrollador de los pielesverdes. Una horda de Orkos liderada por el propio Dregdakka se ve atraída hacia la plataforma de una refinería enorme antes de que los Tecnomarines destruyan todos los puentes que unen la plataforma a tierra.
En el 928.M41, el ¡Waaagh! Dregdakka se precipitó sobre la Constelación de Adransa, causando una devastación inenarrable. En el planeta Thrassos, una fuerza combinada de Marines Espaciales de los Capítulos de los Caballeros de Hierro y Liberadores intenta detener el avance arrollador de los pielesverdes. Una horda de Orkos liderada por el propio Dregdakka se ve atraída hacia la plataforma de una refinería enorme antes de que los Tecnomarines destruyan todos los puentes que unen la plataforma a tierra. Los grupos de combate de los Marines Espaciales se despliegan a continuación en toda la estructura, con la misión de masacrar a todos los pielesverdes atrapados y asesinar a Dregdakka. Sin embargo, los Astartes han subestimado a su enemigo, ya que los pielesverdes se revuelven y luchan con una tenacidad inesperada. A pesar de que matan a miles de Orkos, más de trecientos Marines Espaciales son eliminados y sus compañeros se ven desbordados cuando aparecen más naves Orkas en el Sistema. Sus trofeos de guerra recién cosechados, exhiben los cascos de los Marines Espaciales y la posición del Zeñor de la Guerra Dregdakka es ahora inexpugnable. Su ¡Waaagh! invade toda la Constelación de Adransa en cuestión de un año.