Al tiempo que el número de víctimas se multiplicaba, ideamos un plan. En lugar de intentar destruir a Gorea, encarcelaríamos a esta monstruosidad en una prisión interdimensional.
Transportamos a Gorea a su prisión. La Mazmorra, pero esto no bastaba para protegernos de esta abominación. Tamaña amenaza exigía medidas de seguridad adicionales.
Nuestro Cañón Alímbico abrió el camino a una dimensión paralela. Enviamos la Mazmorra al Vacío Infinito y lo sellamos para toda la eternidad.
Logramos atraer a Gorea a nuestra trampa. Desplegamos la Esfera Carcelaria, que no tardo en aprisionar a la criatura. No había tiempo que perder.