abstract
| - Tras décadas de dudosas acciones en el campo de batalla, extraños ritos que aparentaban ser simples tradiciones y numerosas muertes de Guardias Imperiales calificadas como "daños colaterales"; finalmente el Ordo Hereticus decidió investigar a los Ejecutores Negros y, tras meses de deliberaciones, se les condenó al ostracismo como Capítulo Renegado. Teniendo en cuenta que los Ejecutores no eran uno de los capítulos más renombrados, y que el Imperio estaba siendo presionado por todos los frentes, desde Ultramar hasta Cadia, poca importancia hubiera tenido el acontecimiento si no hubiera sido porque en 005.M42 los Ejecutores atacaron el Mundo Forja de Thorax, asesinando a todos aquellos que se cruzaron en su camino y saqueando armamento de alto valor. Por alguna razón ésto preocupó sobremanera a los Altos Señores de Terra, y solicitaron a los Ángeles Sangrientos, el Capítulo más cercano, un asalto inmediato a Kadar IV, mundo selvático natal de los Ejecutores, para recuperar el material robado. Una petición extraña y un tanto exagerada teniendo en cuenta que se ponía en peligro a docenas de hermanos de batalla sólo a cambio de recuperar un cargamento de armas. Sin embargo, el Comandante Dante consideró que era imprescindible acabar con los Ejecutores no solo por el material robado sino por el peligro que suponía para todo el Sector tener activo un Capítulo Renegado en sus inmediaciones. El problema radicaba en que la inmensa mayoría de las Compañías de Batalla, de la Primera a la Cuarta, estaban demasiado ocupadas luchando contra la rama de la Flota Enjambre Kraken que se dirigía directamente hacia Baal; y contra Ka'Bandha y sus seguidores, que habían vuelto para sembrar el caos una vez más. Estaban teniendo muchas bajas y por ello la mayor parte de las Compañías de Apoyo, de la Sexta a la Novena, se mantenían como refuerzo en éstos y otros conflictos. Por ello la misión fue encomendada a la 5ª Compañía, la llamada Castigademonios, comandada por el Capitán Virgilio, Guardíán del Arsenal, ascendido al cargo sólo 11 años antes para suceder al caído Sendini. Virgilio había impuesto importantes cambios en la forma de luchar de su Compañía, que incluso habían irritado a algunos veteranos; y tras varias escaramuzas de mayor o menor importancia, ésta era la primera prueba seria de la Compañía bajo su mando. En cuando el acorazado Exanguinador entró en el Subsector Kadar; Virgilio, consciente de la amplia superioridad numérica de los Ejecutores, viajó a Selio. Selio era una luna de Kadar IV casi tan grande como el propio planeta y también selvática, marcada como mundo letal y habitada por la autodenominada Fuerza Wolfensiger, una fuerza humana mercenaria que era virtualmente ignorada por el Imperio debido al poco valor estratégico de la luna. Era sobradamente conocida la rivalidad de la Fuerza Wolfensiger con los Ejecutores Negros, teniendo en cuenta que éstos soldados habían sido unos de los que más habían sufrido los "daños colaterales" de los Ejecutores. Por ello, a Virgilio no le fue particularmente difícil convencerles de que se unieran a la hora de purgar Kadar IV pese a la desconfianza de éstos soldados hacia todo Marine Espacial; y de hecho una considerable cantidad de Wolfensigers se embarcaron hacia Kadar IV. Una vez hechos los preparativos, los Ángeles Sangrientos entraron en órbita en torno a Kadar IV y se apresuraron a desembarcar cerca del espaciopuerto donde supuestamente se hallaba el armamento robado. Había órden explicita de no hacer nada que pudiera dañar los cargamentos robados, y la rapidez era fundamental puesto que el resto de fuerzas de los Ejecutores volverían pronto a su mundo capitular atacado. Las cartas estaban echadas. No había marcha atrás.
|