abstract
| - En un objeto inanimado el nombre verdadero es "la escencia" del objeto en sí, por medio de los hechizos necesarios y con el conocimiento adecuado del idioma antiguo se puede invocar la imagen de ese objeto usando su nombre verdadero. Ejemplo de ello se ve en Eragon, cuando Arya invoca la escencia de un anillo de plata al usar la palabra en el idioma antiguo para designar la plata y se pudo ver brevemente el anillo, sólo que con colores más vivos y brillantes, como si ese fuera el anillo verdadero. El nombre Verdadero en caso de una criatura viva contiene la identidad, la voluntad, los deseos, los defectos, las virtudes y la libertad de la persona, por lo que el conocimiento del nombre le da a la persona un dominio extremo sobre si misma ya que se conoce en absoluto. El poder del conocimiento de este nombre es tan poderoso que muchas personas que lo descubrieron perdieron la razón al conocer la verdad sobre ellos mismos; pero como desventaja si una persona conoce el nombre verdadero de otra tendrá la voluntad y la identidad de esa persona en sus manos. Cada nombre verdadero tiene una longitud distinta, puede ser una sóla palabra en el idioma antiguo o una frase muy larga y que tarda varios minutos en decirse por completo Los Elfos tenían la costumbre de intercambiar nombres con las personas en quienes más confiaban pero llegado el tiempo de la caída de los Jinetes, presionados por la guerra, abandonaron el habito. Pero el Nombre Verdadero no es un sello indeleble, este puede cambiar según cambie la identidad de la persona. Ejemplo de ello es Ahijad, que poco a poco fue cambiando su nombre para salir del control de Galbatorix y los Apóstatas.
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