¡Al fin! ¡Un atisbo de esperanza!
¡El experimento fue un éxito!
Esta noticia me ha supuesto una buena dosis de energía que ahora rebosa dentro de mí.
Me siento rejuvenecido; incluso la cena de anoche sabía mejor, el vino más excelso. Mi mayordomo, Patrick, es un auténtico “cordon bleu”.
Desgraciadamente, mi alegría duró poco.
¡Alex ha desaparecido! Pero no estaría tan preocupado si las malas noticias terminaran ahí.
¡Los otros investigadores también han desaparecido!
¡Al igual que los miles de sujetos que les proporcioné!
Y lo peor de todo, ¡todos los materiales de la investigación incluyendo el virus definitivo que iba a convertirme en dios se han volatilizado!
¡Me han traicionado!
¡Me he dejado engañar otra vez!
¡Debería haber aprendido de los errores que cometí con Albert!
Ahora mi vida pende de un hilo.
La única persona en quien puedo confiar es mi leal mayordomo, Patrick.
Es mi última esperanza para localizar el virus que me curará de esta maldición.
¿Pero juega el tiempo a mi favor?
Esta es la cuestión que corroe mi mente.
Y solo el dios en que me convertiré puede darle respuesta.