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| - La Hermandad de los Vigilantes, también conocida como la Orden de la Vigilia, es un culto imperial creado por el Ordo Malleus de la Inquisición del Imperio de la Humanidad. Son conocidos como una antigua orden creada hace milenios, durante los años de la Gran Cruzada, en la que los ejércitos del Emperador descubrieron mundos que adoraban a nocivos Demonios. Los planetas adoradores de semejantes deidades abominables fueron purificados o arrojados a la Disformidad. Sin embargo, había Demonios que no podían ser destruidos o expulsados, por lo que se les aprisionó en dichos mundos mediante salvaguardas psíquicas. Tras producirse dichos acontecimientos, el Ordo Malleus creó una orden secreta de guardianes que servirían como centinelas y guardianes de dichos mundos prisión. En el 41º Milenio, el
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| - La Hermandad de los Vigilantes, también conocida como la Orden de la Vigilia, es un culto imperial creado por el Ordo Malleus de la Inquisición del Imperio de la Humanidad. Son conocidos como una antigua orden creada hace milenios, durante los años de la Gran Cruzada, en la que los ejércitos del Emperador descubrieron mundos que adoraban a nocivos Demonios. Los planetas adoradores de semejantes deidades abominables fueron purificados o arrojados a la Disformidad. Sin embargo, había Demonios que no podían ser destruidos o expulsados, por lo que se les aprisionó en dichos mundos mediante salvaguardas psíquicas. Tras producirse dichos acontecimientos, el Ordo Malleus creó una orden secreta de guardianes que servirían como centinelas y guardianes de dichos mundos prisión. En el 41º Milenio, el Administratum apenas tiene noticia o conocimiento de la Hermandad de los Vigilantes, ya que sus actividades y misiones les exigen que no se informe a otras personas de su sagrado cometido. Uno de dichos mundos era el planeta Tarsis, que albergaba una Hermandad de los Vigilantes. Sin embargo, sus salvaguardas psíquicas acabaron por debilitarse y fallar debido al largo tiempo pasado desde que fueron establecidas y activadas, lo que permitió al aprisionado Príncipe Demonio de Khorne que mantenían preso el comenzar a dominar a sus carceleros. En lugar de servir como los guardianes de la prisión, la Orden de la Vigilia se convirtió en un peón útil para conseguir la tan ansiada liberación del Demonio. Por suerte, una escuadra del Capítulo de los Ángeles Sangrientos bajo el mando del Capitán Leonatos llegó al planeta, aunque no detectaron la demoníaca presencia de la criatura hasta el sacrificio de un Marine Explorador, lo que empujó a Leonatos y a sus Astartes a purgar la región de la presencia del Demonio. Por desgracia, no pudieron evitar la liberación del Príncipe Demonio. Leonatos abandonó el planeta dejando tras de sí una baliza centinela y declarando al mundo como Mundis Excommunicata, estado en el que Tarsis permaneció hasta que el Ordo Malleus regresó para purificarlo del Demonio liberado.
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