Debido a la importancia de la composición de las plagioclasas a la hora de la clasificación de las rocas ígneas, la serie se divide en 100 unidades, en función del porcentaje de anortita en una plagioclasa dada. Cristalizan en el sistema triclínico, de donde toman su nombre, del griego plagios (oblícuo) y klasis (fractura). Los cristales simples y bien desarrollados son relativamente raros y más propios de la albita. Suelen presentar ciertos tipos de macla (de tipo polisintético), lo que permite diferenciar las plagioclasas de los feldespatos potásicos en láminas transparentes.
Debido a la importancia de la composición de las plagioclasas a la hora de la clasificación de las rocas ígneas, la serie se divide en 100 unidades, en función del porcentaje de anortita en una plagioclasa dada. Cristalizan en el sistema triclínico, de donde toman su nombre, del griego plagios (oblícuo) y klasis (fractura). Los cristales simples y bien desarrollados son relativamente raros y más propios de la albita. Suelen presentar ciertos tipos de macla (de tipo polisintético), lo que permite diferenciar las plagioclasas de los feldespatos potásicos en láminas transparentes.