Programa clandestino de desarrollo y uso de armas víricas de Javier.
El deseo de Javier de manejar sus propias armas biológicas basadas en el virus T y controlar todo el ecosistema amazónico es la columna vertebral del programa.
Tras el fracaso de la curación de Hilda, Javier dejó de confiar en agentes exteriores . Así, decidió poner a gente de su propia organización a investigar y verificar la operatividad de sus armas biológicas.
Se usaron armas biológicas tipo T para propagar el terror entre las fuerzas enemigas de la zona, como los insurgentes comunistas.
Los Estados Unidos y otras naciones extranjeras descubrieron la capacidad de destrucción ecológica masiva de Javier y ahora intentan controlarlo mediante intervenciones militares y sanciones económicas.