About: dbkwik:resource/xJ7Cmlf9ZXWzntUmZvb4lA==   Sponge Permalink

An Entity of Type : owl:Thing, within Data Space : 134.155.108.49:8890 associated with source dataset(s)

AttributesValues
rdfs:label
  • Jenny Haniver
rdfs:comment
  • Categoría: Farsas Categoría: Fraudes Los marineros los llevaban a casa para asombrar a sus amigos. A veces se vendían en tiendas de curiosidades situadas cerca de puertos marítimos. Algunos los llamaban “crías de dragón”, otros los conocían como “basiliscos” o simplemente peces diabólicos. Otros pocos les daban un nombre de carácter los suficientemente monstruoso. No obstante, los que sabían de qué se trataba los denominaban Jenny hanivers, aunque nadie sabía exactamente de donde derivaba el nombre o lo que significaba.
dcterms:subject
dbkwik:es.pseudoci...iPageUsesTemplate
abstract
  • Categoría: Farsas Categoría: Fraudes Los marineros los llevaban a casa para asombrar a sus amigos. A veces se vendían en tiendas de curiosidades situadas cerca de puertos marítimos. Algunos los llamaban “crías de dragón”, otros los conocían como “basiliscos” o simplemente peces diabólicos. Otros pocos les daban un nombre de carácter los suficientemente monstruoso. No obstante, los que sabían de qué se trataba los denominaban Jenny hanivers, aunque nadie sabía exactamente de donde derivaba el nombre o lo que significaba. Los Jenny Hanivers son unos seres pequeños, secos y de apariencia repugnante, con las caras bastante diabólicas, alas, colas y a menudo unas patitas. Su aspecto era en extremo monstruoso, pero en realidad eran unos pescados de la especie de las mantarrayas tallados en formas diversas, secados y barnizados. Nadie sabe cuándo comenzó la práctica de convertir las mantarrayas en monstruos en miniatura, pero sin duda, ocurrió hace muchos siglos. La obra histórica de Konrad Gesner acerca de los animales del mundo, Historia Animalium, publicada en 1558, contiene la imagen de un ser que claramente es un Jenny Haniver, y otros que quizá lo sean. No es difícil comprender cómo se inició la práctica; solo hay que contemplar la cara inferior de una mantarraya. El autor científico, Willy Ley, afirmó: “Cualquiera que haya visto nadar a una mantarraya en posición vertical cerca del cristal de un acuario marino, recordará la desagradable sensación de encontrarse frente a una perversa máscara viva. En efecto, los 'ojos' penetrantes de la cara no son otra cosa que sus branquias. Los verdaderos ojos se hallan en el lomo oscuro del pez y no son conspicuos”. Un caso de pareidolia: nuestra imaginación hace ojos de las branquias. Por lo tanto, mientras que el aspecto de la mantarraya es bastante inofensivo desde arriba, sin rasgos que la distingan, la “cara” de abajo se ve definitivamente malévola.
Alternative Linked Data Views: ODE     Raw Data in: CXML | CSV | RDF ( N-Triples N3/Turtle JSON XML ) | OData ( Atom JSON ) | Microdata ( JSON HTML) | JSON-LD    About   
This material is Open Knowledge   W3C Semantic Web Technology [RDF Data] Valid XHTML + RDFa
OpenLink Virtuoso version 07.20.3217, on Linux (x86_64-pc-linux-gnu), Standard Edition
Data on this page belongs to its respective rights holders.
Virtuoso Faceted Browser Copyright © 2009-2012 OpenLink Software