thumb|276px|Penitentes en un Mundo Cardenalicio Un Mundo Cardenalicio es un planeta imperial controlado directamente por la Eclesiarquía y que está dedicado exclusivamente al culto al Dios-Emperador siguiendo los preceptos del Culto Imperial, con santuarios imperiales, catedrales y templos que cubren prácticamente continentes enteros. Aparte de ser considerado también como un Mundo Santuario en tanto en cuanto que se trata de un centro particularmente importante del poder Eclesiárquico y de un destino obligado para incontables peregrinos del Culto Imperial, los Mundos Cardenalicios también sirven de base de operaciones para muchas de la órdenes de las Adepta Sororitas.
thumb|276px|Penitentes en un Mundo Cardenalicio Un Mundo Cardenalicio es un planeta imperial controlado directamente por la Eclesiarquía y que está dedicado exclusivamente al culto al Dios-Emperador siguiendo los preceptos del Culto Imperial, con santuarios imperiales, catedrales y templos que cubren prácticamente continentes enteros. Aparte de ser considerado también como un Mundo Santuario en tanto en cuanto que se trata de un centro particularmente importante del poder Eclesiárquico y de un destino obligado para incontables peregrinos del Culto Imperial, los Mundos Cardenalicios también sirven de base de operaciones para muchas de la órdenes de las Adepta Sororitas. Un importante ejemplo de Mundo Cardenalicio es Ophelia VII, cuyo significado espiritual para el Culto Imperial sólo se ve eclipsado por la misma Terra. El Gobernador Planetario de un Mundo Cardenalicio siempre es un Cardenal del Adeptus Ministorum, quien por lo general dirige a la jerarquía Eclesiárquica de un sector entero del espacio imperial.