abstract
| - El principio de mediocridad es la noción, en filosofía de la ciencia, de que no existen observadores privilegiados para un fenómeno dado. El principio de mediocridad tiene aplicaciones en diversas disciplinas científicas:
* En astronomía, el principio afirma que no existe nada intrínsecamente especial acerca de la Tierra, y por ende, tampoco de la raza humana. En consecuencia, el principio de mediocridad predice que la vida extraterrestre debe ser relativamente común en el universo, porque las condiciones que han originado la aparición de la vida y de la inteligencia en nuestro planeta deben darse también en un gran número de otros planetas.
* En las ciencias sociales, el principio de mediocridad afirma que no existe nada intrínsecamente especial acerca de "este" (cualquier) momento histórico, y se utiliza para estimar la duración posible de sucesos en curso acerca de los que se tienen pocos datos. El principio Copernicano ("La Tierra no es el centro del Universo") fue expandido y reformulado como el principio de mediocridad por John Richard Gott en 1969, cuando, encontrándose en Berlín, intentó estimar la duración probable del Muro basándose en un solo dato (el periodo de existencia del Muro hasta ese momento: ocho años) y un supuesto (que a lo largo de toda la vida del Muro, multitud de personas se harían la misma pregunta que él, y que no había ninguna razón para suponer que él se la estaba haciendo en un momento especialmente significativo de la historia). Con la elegante fórmula derivada de este razonamiento, Gott calculó que había un 75% de probabilidades de que al Muro le quedasen menos de 24 años de existencia. Como es sabido, el Muro de Berlín fue derribado 20 años después, en 1989.
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