"Manual de Ceremoniales de la Corte Quite\u00F1a de 1830 (Reino de Quito)"@es . "El Manual de Ceremoniales de la Corte de 1830 fue un documento de etiqueta y protocolo que deb\u00EDa observar la Corte del Reino de Quito durante los primeros a\u00F1os de la monarqu\u00EDa. Fue escrito en su mayor parte por Teresa de Larrea-Zurbano, princesa de Solanda y madre de la emperatriz Mariana (que lo co-escribi\u00F3), quienes despu\u00E9s de haber viajado por las cortes europeas durante 1831, y conocer su oropel y esplendor, regresaron al pa\u00EDs decididas a implantar un ceremonial que le permitiese a Carondelet rivalizar con las Cortes del viejo continente. A continuaci\u00F3n, el manual."@es . . . "El Manual de Ceremoniales de la Corte de 1830 fue un documento de etiqueta y protocolo que deb\u00EDa observar la Corte del Reino de Quito durante los primeros a\u00F1os de la monarqu\u00EDa. Fue escrito en su mayor parte por Teresa de Larrea-Zurbano, princesa de Solanda y madre de la emperatriz Mariana (que lo co-escribi\u00F3), quienes despu\u00E9s de haber viajado por las cortes europeas durante 1831, y conocer su oropel y esplendor, regresaron al pa\u00EDs decididas a implantar un ceremonial que le permitiese a Carondelet rivalizar con las Cortes del viejo continente. El documento de 61 p\u00E1ginas fue aprobado por el emperador Antonio Jos\u00E9 el 17 de febrero de 1832, y puesto en pr\u00E1ctica por Decreto Imperial firmado en la misma fecha. El texto describe una disposici\u00F3n de estancias que no exist\u00EDan en Carondelet cuando fue escrito, pero que estaban en proyecto con las refacciones que se le estaban realizando al palacio, lo que fue aprovechado por la Emperatriz y la Princesa para, a la par que escrib\u00EDan el manual, dirigir al equipo hacia la decoraci\u00F3n que cada sala necesitar\u00EDa de acuerdo a los usos que se les dar\u00EDa. Aunque la primera ocasi\u00F3n que el manual fue puesto en pr\u00E1ctica se trat\u00F3 de un desfile militar improvisado en honor a la propia Teresa, el 15 de marzo del mismo 1832, en la que se recurri\u00F3 a la secci\u00F3n de paradas militares, \u00E9sta no fue de gran impacto debido a que no se trataba de un proceso complicado en lo absoluto. Es por eso que se considera como la primera prueba de fuego al Baile Imperial de Gala que ofrecieron los emperadores el 24 de mayo, con ocasi\u00F3n del aniversario de la Batalla de Pichincha, en la que hab\u00EDa participado el propio Antonio Jos\u00E9 en 1822. En un inicio, la aplicaci\u00F3n del ceremonial fue dura, pues la alta sociedad del pa\u00EDs no estaba acostumbrada a los rigurosos comportamientos de Corte europeos que hab\u00EDan inspirado el manual; llegando a desagradar tanto que se convirti\u00F3 en la burla de muchas reuniones privadas durante varios a\u00F1os. Se puso en evidencia la mala costumbre de los retrasos y falta de conocimiento protocolario de la sociedad quite\u00F1a, incluso los m\u00E1s altos nobles palidec\u00EDan de verg\u00FCenza ante su propio desconocimiento de las normas de etiqueta europeas que siempre hab\u00EDan cre\u00EDdo dominar. Todo esto, sumado a la inicial falta de preparaci\u00F3n del personal de servicio, volvieron ca\u00F3ticas las primeras ocasiones en que fue aplicado el ceremonial. Sin embargo, el car\u00E1cter estricto de los procesos descritos en el manual se mantuvieron vigentes gracias al apoyo que el Emperador les dio a su suegra y a su esposa para que continuaran el proceso de conformaci\u00F3n de su ansiada Corte, logrando en pocos meses un equipo bien entrenado y una suerte de escuela que la emperatriz Mariana brindaba los fines de semana en su residencia de descanso en las afueras de la ciudad, conocida como palacio de El De\u00E1n. Finalmente, para fines de la d\u00E9cada, el ceremonial estaba considerado como la principal fuente de consulta social en lo que a etiqueta se refer\u00EDa. El manual estuvo vigente hasta el 21 de septiembre de 1842, cuando fue reemplazado por una nueva versi\u00F3n debido al cambio de residencia oficial hasta el reci\u00E9n construido palacio de El Ejido, con muchos y m\u00E1s amplios salones, adem\u00E1s de una mejor disposici\u00F3n palaciega que facilitaba el desarrollo de los ceremoniales. Y aunque b\u00E1sicamente conten\u00EDa extensas similitudes con su predecesor, el nuevo documento no solo inclu\u00EDa los nombres de las estancias del nuevo palacio, sino que a\u00F1ad\u00EDa temas como el luto, uso de los coches, especificaciones de guardaropa, describ\u00EDa las funciones espec\u00EDficas de los miembros de la Corte y sumaba una secci\u00F3n dedicada a los palacios que hab\u00EDan adquirido en otros puntos del pa\u00EDs. A continuaci\u00F3n, el manual."@es .