"Historia de la apicultura en la Rep\u00FAblica de Chile"@es . . "La explotaci\u00F3n de las abejas principi\u00F3 entre nosotros en el a\u00F1o 1844 con la introducci\u00F3n de la abeja italiana hecha por don Patricio Larra\u00EDn Gandarillas que despu\u00E9s de muchas vicisitudes consigui\u00F3 que llegaran vivas dos de las cincuenta familias que se trajeron desde Italia. En efecto, hasta 1844, la industria de las abejas era completamente desconocida en el pa\u00EDs. Algunos esp\u00EDritus estudiosos ten\u00EDan noticias de esta industria a trav\u00E9s de las p\u00E1ginas de algunas revistas agr\u00EDcolas, y pocos, muy pocos, hab\u00EDan tenido la suerte de ver un colmenar en las campi\u00F1as europeas. Por ese entonces se encontraba en Europa el se\u00F1or don Jos\u00E9 Patricio Larra\u00EDn Gandarillas, quien compr\u00F3 en Mil\u00E1n 50 cajones con abejas, de los que hizo embalar prolijamente s\u00F3lo la mitad, que embarc\u00F3 en el mismo buque en que \u00E9l regresaba al pa\u00EDs. Una traves\u00EDa dificultosa y lenta, a consecuencia de grandes temporales, con fr\u00EDos intensos y una estad\u00EDa de 15 d\u00EDas en el Cabo de Hornos, originada por los hielos, que imped\u00EDan al barco continuar su marcha, trajo por consecuencia la muerte total de las abejas, y frustr\u00F3 por completo este primer ensayo. Pero el se\u00F1or Larra\u00EDn, temeroso de este fracaso, hab\u00EDa dejado contratado en Europa a un distinguido apicultor, don Carlos Bianchi, el que se encarg\u00F3 de trasladar a Chile las 25 familias restantes. En el oto\u00F1o de 1844 arrib\u00F3 a Valpara\u00EDso el barco que conduc\u00EDa al se\u00F1or Bianchi y sus colmenas. La navegaci\u00F3n no hab\u00EDa sido feliz y de las 25 s\u00F3lo dos colmenas ten\u00EDan unas pocas abejas extenuadas y d\u00E9biles. Trasladadas con grandes precauciones al jard\u00EDn Abadie, que entonces exist\u00EDa en Valpara\u00EDso pudieron reponerse al poco tiempo de los estragos de la navegaci\u00F3n, siendo s\u00F3lo entonces conducidas a la estancia del se\u00F1or Larra\u00EDn en Pe\u00F1aflor, departamento de Melipilla, provincia de Santiago. Este escas\u00EDsimo plantel fue la base de la apicultura Chilena y posteriormente de la Mendocina. Gandarillas contrat\u00F3 para restablecer su castigado apiario, los servicios del experto colmenero D. Carlos Bianchi y puso al frente de sus cultivos al sabio agricultor Miguel Amado Pouget. A la primavera siguiente, los inquilinos del fundo presenciaron algo extra\u00F1o que no pod\u00EDan explicarse; eran dos hermosos y robustos enjambres que coronaban los esfuerzos y la perseverancia de la iniciativa industrial, dando un ejemplo pr\u00E1ctico de cu\u00E1nto puede el car\u00E1cter unido a un esfuerzo de innovaci\u00F3n y un esp\u00EDritu de progreso. Desde esa fecha los campos y vi\u00F1edos sintieron el agudo zumbido de aquellas obreras inteligentes, y las flores, en sus variadas y m\u00FAltiples especies, recibiendo el beso de esos vol\u00E1ceos que le extraer\u00EDan el jugo de sus tallos para transformarlos en productos tan sanos como nutritivos y de gran provecho a la humana especie. Poco a poco fueron propag\u00E1ndose por los confines de la Rep\u00FAblica, llegando a formar hoy d\u00EDa grandes y pobladas instalaciones en que se enorgullecen nuestros campos, d\u00E1ndoles un aspecto pintoresco y alegre a la vez que productivo, y creando una industria de tan f\u00E1cil como lisonjera explotaci\u00F3n. Posteriormente algunos colonos del sur del pa\u00EDs han importado otras especies de abejas que no son tan beneficiosas como la italiana, que es la mejor de las especies dom\u00E9sticas que se explotan en el mundo. Vicente P\u00E9rez Rosales en su obra titulada Ensayo sobre Chile traducido al castellano por Manuel Miguel, publicado 1859, Libreria del Ferrocarril, de 510 p\u00E1ginas nos comenta en la p\u00E1gina 138, en el Cap\u00EDtulo IV, Producciones: La abeja mel\u00EDfica ex\u00F3tica se ha multiplicado prodigiosamente desde su introducci\u00F3n, y, en presencia de las grandes facilidades que ofrecen a esta raza de insectos el clima y las flores que se producen en todas las estaciones, todo induce a creer que, dentro de algunos a\u00F1os, no s\u00F3lo la importaci\u00F3n de la cera y de la miel ser\u00E1 excluida de nuestros puertos, sino que los productos chilenos de este g\u00E9nero podr\u00E1n hacer competencia a los productos europeos sobre las costas del mar Pac\u00EDfico. Seg\u00FAn la estad\u00EDstica agr\u00EDcola, el a\u00F1o 1919 se ten\u00EDan 129.466 colmenas y los principales centros de producci\u00F3n eran Aconcagua, Colchagua, Curic\u00F3 y Talca, Llanquihue en el sur; siendo de notar que Contulmo en la provincia de Arauco es notable por la calidad de sus mieles."@es . "La explotaci\u00F3n de las abejas principi\u00F3 entre nosotros en el a\u00F1o 1844 con la introducci\u00F3n de la abeja italiana hecha por don Patricio Larra\u00EDn Gandarillas que despu\u00E9s de muchas vicisitudes consigui\u00F3 que llegaran vivas dos de las cincuenta familias que se trajeron desde Italia. Este escas\u00EDsimo plantel fue la base de la apicultura Chilena y posteriormente de la Mendocina. Gandarillas contrat\u00F3 para restablecer su castigado apiario, los servicios del experto colmenero D. Carlos Bianchi y puso al frente de sus cultivos al sabio agricultor Miguel Amado Pouget."@es .