. "riffith se encontraba en los parapetos de Barysimayn y pensaba en el volc\u00E1n. Las met\u00E1foras que los poetas usaban resultaban bastante ins\u00EDpidas desde su punto de vista. \"Una herida supurante\", pod\u00EDa llam\u00E1rselo, por su lava, como la sangre. \"Rey de Ceniza\" tambi\u00E9n pod\u00EDa valer, cuando uno miraba la perpetua corona de humo. Aun as\u00ED, ninguna met\u00E1fora pod\u00EDa, ni mucho menos, por cuanto sab\u00EDa, transmitir toda la grandeza de la monta\u00F1a. La Monta\u00F1a Roja estaba a muchos kil\u00F3metros de distancia de la fortaleza y, pese a ello, cubr\u00EDa por completo el horizonte.\n\nSin embargo, antes de que pudiera sentirse demasiado peque\u00F1o, oy\u00F3 c\u00F3mo lo llamaban desde el interior. Era un consuelo pensar que, aunque fuera insignificante comparado con la monta\u00F1a, todav\u00EDa ten\u00EDa cierto poder e influencia.\n\n-General Indoril-Triffith -dijo el comandante Rael-. Hay problemas en la puerta este.\n\nLos problemas eran poco m\u00E1s que una escaramuza. Un cenicio borracho, quiz\u00E1 de shein, hab\u00EDa empezado a pelearse con los guardias de la casa en la puerta trasera. Cuando intentaban expulsarlo, se hab\u00EDan unido sus primos y, en un abrir y cerrar de ojos, hab\u00EDa seis cenicios juntos peleando contra una docena de guardias de Triffith. Si los n'wah no hubieran ido bien armados, la lucha pod\u00EDa haber acabado tan r\u00E1pido como empez\u00F3. Como ese no era el caso, cuando el general lleg\u00F3 con m\u00E1s guardias, dos de los cenicios estaban muertos y los dem\u00E1s hab\u00EDan huido.\n\n-Es el humo en sus seseras -Rael se encogi\u00F3 de hombros-. Los vuelve locos.\n\nTriffith subi\u00F3 de nuevo las escaleras y volvi\u00F3 a su habitaci\u00F3n para vestirse para la cena. El general Redoran-Vorilk y el consejero Hlaalu-Nothoc llegar\u00EDan muy pronto para discutir los planes del Templo para la reorganizaci\u00F3n de las tierras de las Casas de Morrowind. A El Duelo se le iba a cambiar el nombre por Almalexia. Iban a construir una nueva gran ciudad en honor a Vivec, \u00BFpero con el oro de qui\u00E9n? Le daba dolor de cabeza. Hab\u00EDa tantos detalles, una noche entera de discusiones, amenazas y compromisos lo aguardaba.\n\nEstaba tan absorto que estuvo a punto de ponerse las ropas de su Casa al rev\u00E9s. Tampoco vio la oscura figura que sali\u00F3 a hurtadillas de detr\u00E1s del tapiz y cerr\u00F3 la puerta del dormitorio. No fue hasta que oy\u00F3 el sonido del picaporte que se dio la vuelta.\n\n-Te has colado mientras estaba distra\u00EDdo con el alboroto de la puerta trasera. Muy astuto, Tay -se limit\u00F3 a decir-. \u00BFO ahora te haces llamar Dagoth-Tython?\n\n-T\u00FA ya deber\u00EDas conocer todos mis nombres -gru\u00F1\u00F3 el joven, desenfundando la espada-. Me llamaba Tython antes de que matarais a mi familia y quisierais hacer desaparecer a mi tribu. Me llamaba Tay cuando me llevasteis a vuestra Casa para envenenarme contra mi propia gente. Ahora puedes llamarme \"Venganza\".\n\nLlamaron a la puerta. Tython y Triffith no apartaron los ojos el uno del otro. Los golpecitos se convirtieron en porrazos.\n\n-General Indoril-Triffith, \u00BFest\u00E1s bien? \u00BFOcurre algo?\n\n-Si vas a matarme, chico, mejor que lo hagas r\u00E1pido -gru\u00F1\u00F3 Triffith-. Mis hombres habr\u00E1n derribado esa puerta en dos minutos.\n\n-No me digas qu\u00E9 tengo que hacer, \"t\u00EDo\" -Tython neg\u00F3 con la cabeza-. Ya tengo la canci\u00F3n de mis antepasados para instruirme. Y me dice que a mi padre le hiciste rogar por su vida antes de matarlo. Yo quiero verte haciendo lo mismo.\n\n-Si tus antepasados tanto saben -sonri\u00F3 Triffith-, \u00BFpor qu\u00E9 est\u00E1n todos muertos?\n\nTython emiti\u00F3 un ruido inhumano desde el fondo de la garganta. La puerta empez\u00F3 a combarse por los porrazos, pero era recia y estaba bien fijada. La estimaci\u00F3n general de una esperanza de vida de dos minutos parec\u00EDa err\u00F3nea a todas luces.\n\nLos porrazos cesaron de repente. Una voz familiar sustituy\u00F3 a esos ruidos.\n\n-Tay -lo llam\u00F3 Baynarah-. Esc\u00FAchame.\n\n-Justo a tiempo de o\u00EDr a tu t\u00EDo rogar por su miserable vida, prima -Tython sonri\u00F3 burlonamente-. Tem\u00EDa que llegaras demasiado tarde. El siguiente sonido que oigas ser\u00E1 el estertor mortal del hombre que esclaviz\u00F3 a mi Casa.\n\n-La Canci\u00F3n es lo que te esclaviz\u00F3, no el t\u00EDo Triffith. No puedes fiarte de ella, te est\u00E1 emponzo\u00F1ando. Primero dej\u00F3 que la loca anciana te manipulase y ahora lo hace esa malvada bruja de Acra que dice ser tu hermana.\n\nTython acerc\u00F3 la punta de la espada hasta tocar la garganta del general. El hombre, m\u00E1s anciano, se ech\u00F3 hacia atr\u00E1s y Tython avanz\u00F3. Sus ojos recorrieron su brazo hasta la empu\u00F1adura de la espada. El anillo de plata de Dagoth atrap\u00F3 la luz roja del volc\u00E1n que llegaba de las almenas que hab\u00EDa tras la ventana.\n\n-Tay, por favor, no hagas da\u00F1o a nadie m\u00E1s. Te lo ruego. Si me haces caso y olvidas la canci\u00F3n por un instante, te dar\u00E1s cuenta de lo que es correcto. Te amo -Baynarah contuvo sus sollozos para mantener la voz clara y calmada. Se oy\u00F3 un ruido en el hueco de la escalera, detr\u00E1s de ellas. La guardia del general hab\u00EDa llegado por fin con un ariete.\n\nLa puerta se astill\u00F3 y revent\u00F3 con el segundo embate. El general Indoril-Triffith se estaba cogiendo la garganta con la mano y mirando por la ventana.\n\n-\u00A1T\u00EDo! \u00BFEst\u00E1s bien? -Baynarah corri\u00F3 hacia \u00E9l. El hombre asinti\u00F3 con la cabeza lentamente y apart\u00F3 la mano. Solo ten\u00EDa unos rasgu\u00F1os en el cuello-. \u00BFD\u00F3nde est\u00E1 Tay?\n\n-Ha saltado por la ventana -dijo Triffith, se\u00F1alando a lo lejos, donde una figura montada en un guar iba hacia el volc\u00E1n-. Cre\u00ED que iba a matarse, pero ten\u00EDa una escapatoria pensada.\n\n-Lo cogeremos, se\u00F1or general -dijo el comandante Rael, mientras indicaba a los guardias que subieran a las monturas. Baynarah los vio partir, bes\u00F3 a su t\u00EDo r\u00E1pidamente y corri\u00F3 a buscar su guar, que estaba en el patio.\n\nEl sudor empapaba el cuerpo de Tay a medida que se acercaba cabalgando a la cumbre de la Monta\u00F1a Roja. Al guar le costaba respirar y avanzaba m\u00E1s despacio todav\u00EDa, profiriendo peque\u00F1os gru\u00F1idos de protesta por el calor. Finalmente, desmont\u00F3 y empez\u00F3 a trepar por la superficie vertical. La ceniza ca\u00EDa por la ladera del volc\u00E1n y se le met\u00EDa en los ojos. A ciegas, le resultaba casi imposible ignorar las notas persistentes y clamorosas de la canci\u00F3n.\n\nUna brillante corriente de lava carmes\u00ED cuajada de formaciones cristalinas emergi\u00F3 a unos cuantos metros de all\u00ED, lo bastante cerca de Tay como para que este sintiera que el cuerpo se le empezaba a quemar y llenar de ampollas. Se alej\u00F3 de la lava, y vio una figura surgir del humo. Era Baynarah.\n\n-\u00BFQu\u00E9 haces, Tay? -grit\u00F3 para imponerse al aullido del volc\u00E1n-. \u00BFNo te he dicho que no escucharas la canci\u00F3n?\n\n-\u00A1Por primera vez, la canci\u00F3n y yo queremos lo mismo!- grit\u00F3 \u00E9l-. \u00A1No puedo pedirte que me olvides, pero trata de hacerlo!\n\nTrep\u00F3 m\u00E1s, hasta que Baynarah lo perdi\u00F3 de vista. La chica lo llam\u00F3 por su nombre, gritando, escalando las rocas hasta que se encontr\u00F3 cerca del cr\u00E1ter abierto. Olas de bullente gas saltaban por encima de ella, y se puso de rodillas, jadeando. A trav\u00E9s de las ondulaciones de los vapores venenosos, vio a Tay en la boca del volc\u00E1n. Las llamas brotaban de su ropa y de su cabello. Se volvi\u00F3 hacia ella un instante y sonri\u00F3.\n\nY entonces salt\u00F3.\n\nEstupefacta, Baynarah comenz\u00F3 el largo y traicionero descenso del volc\u00E1n. Empez\u00F3 a pensar en los proyectos que ten\u00EDa. \u00BFTen\u00EDa suficientes provisiones en su hogar de Gorne para la reuni\u00F3n de las Casas? Los consejeros iban a quedarse all\u00ED semanas, meses quiz\u00E1s. Hab\u00EDa mucho trabajo que hacer. Lentamente, mientras bajaba, empez\u00F3 a olvidar. No durar\u00EDa mucho, pero era un comienzo.\n\nDagoth-Acra se encontraba todo lo cerca posible de la boca del volc\u00E1n, entrecerrando los ojos por las cenizas, empapada por el calor. Lo contempl\u00F3 todo, y sonri\u00F3. En el suelo estaba el anillo de plata con el sello de la casa Dagoth. Tython hab\u00EDa sudado tanto que se le hab\u00EDa ca\u00EDdo del dedo. La mujer lo cogi\u00F3 y se lo puso. Mientras acariciaba su vientre, oy\u00F3 c\u00F3mo comenzaba un nuevo estribillo de la Canci\u00F3n de la Ponzo\u00F1a de Morrowind."@es . "La Canci\u00F3n de la Ponzo\u00F1a"@es . "T"@es . . "1"^^ . . "\u00B7Casa de Alor de Roca del Cuervo, en una estanter\u00EDa."@es . "xx028274"@es . "La Canci\u00F3n de la Ponzo\u00F1a, libro VII"@es . . "por"@es . . "3"^^ . . . "Libro VII"@es .