. "Ella, antes hermosa como un Seraf\u00EDn, venida de las profundidades del Para\u00EDso, m\u00E1s all\u00E1 del horizonte, en una noche de hast\u00EDo perdi\u00F3 su camino... Envidiosa de los p\u00E1jaros cantores y cautivada por el leve siseo de la Madre Naturaleza, oh pensamientos impuros impulsados por la belleza, le quitaste de la manera m\u00E1s terrible su pobre alma inquieta. Un ser tan vil como el fuego asfixiante apareci\u00F3 ante la doncella, y con un sucio juego de palabras, ella arrodillada besando la mano ennegrecida de Luzbel, la dama sello su destino. La ahora virtuosa doncella se sent\u00F3 en el piano maldito, ubicado en el claro del bosque y as\u00ED como Liszt y Chopin, apoyando sus delicados dedos sobre el fino marfil, toc\u00F3 la pieza de sus m\u00E1s puros sue\u00F1os y acompa\u00F1ada por la naturaleza, su melodiosa armon\u00EDa encant\u00F3 el lugar. Y as\u00ED, absolutamente embelesada, toc\u00F3 y toc\u00F3, y sus dedos ya descarnados, insensibles al dolor, siguieron tocando... Por siempre... Oh viajeros, al\u00E9jense de ese piano si es que disfrutan vivir, porque aunque sea la melod\u00EDa m\u00E1s preciosa y divina tocada por esa hermosa mujer, no es m\u00E1s que un enga\u00F1o, pues las teclas de marfil son tocadas por la carne podrida y huesos del cad\u00E1ver de lo que alguna vez fue una joven doncella. Categor\u00EDa:M\u00FAsica"@es . "La dama del piano"@es . "Ella, antes hermosa como un Seraf\u00EDn, venida de las profundidades del Para\u00EDso, m\u00E1s all\u00E1 del horizonte, en una noche de hast\u00EDo perdi\u00F3 su camino... Envidiosa de los p\u00E1jaros cantores y cautivada por el leve siseo de la Madre Naturaleza, oh pensamientos impuros impulsados por la belleza, le quitaste de la manera m\u00E1s terrible su pobre alma inquieta. Y as\u00ED, absolutamente embelesada, toc\u00F3 y toc\u00F3, y sus dedos ya descarnados, insensibles al dolor, siguieron tocando... Por siempre..."@es .