. . "Los sistemas Aeschylrai eran una cadena de populosos mundos cercanos al n\u00FAcleo gal\u00E1ctico. Gobernados por una uni\u00F3n de m\u00EDsticos guerreros y tecnomantes, su reino era seguramente un reducto encogido de un imperio mucho mayor engullido hac\u00EDa mucho por la Era de los Conflictos. Tecnol\u00F3gicamente sofisticados pero psicol\u00F3gicamente resistentes a la unificaci\u00F3n con Terra, los aeschylrai eran un trofeo valioso. La tarea de someterlos al Imperio recay\u00F3 en Nezurconia Kale, Se\u00F1ora de la Guerra de Verezia y comandante de la 856\u00AA Flota de Subyugaci\u00F3n. Comandante habilidosa, Kale comenz\u00F3 su campa\u00F1a anexionando el sistema Tenora en la frontera de los sistemas Aeschylrai. Dotado de un par de planetas escasamente habitados, Tenora ser\u00EDa la cabeza de puente para el asalto sobre los dem\u00E1s sistemas m\u00E1s poblados. El plan era bueno, y con Tenora asegurado Kale empez\u00F3 un asalto secuencial sobre los sistemas Cordonus, Murinin y Jalth. Al principio el progreso fue bueno, y aunque los aeschylrai eran oponentes sofisticados y tenaces, Kale estim\u00F3 que no necesitar\u00EDa m\u00E1s de una d\u00E9cada para someter todo el c\u00FAmulo. Entonces comenz\u00F3 la insurgencia. En mundos aeschylrai ya conquistados, los Iteradores empezaron a ser asesinados. Administradores y oficiales eran secuestrados y devueltos hechos pedazos. Los dep\u00F3sitos de almacenaje eran destruidos con bombas, los suministros envenenados y las f\u00E1bricas saboteadas. El avance se ralentiz\u00F3, pero esos problemas no eran nuevos para la Gran Cruzada o para una comandante veterana como Kale. Los informes que envi\u00F3 al Consejo de Guerra les describ\u00EDan la situaci\u00F3n, pero no ped\u00EDan ayuda: la anexi\u00F3n de los sistemas Aeschylrai simplemente llevar\u00EDa m\u00E1s tiempo de lo previsto. Los Amos de la Noche llegaron sin ser llamados ni avisar, desplegando dos flotas de guerra completa bajo el mando del Capit\u00E1n Var Jahan. Primero en Tenora y despu\u00E9s en cada mundo ya conquistado, desembarcaron en medio de la noche. Ignorando los saludos y preguntas de los oficiales imperiales, los Amos de la Noche se abrieron camino a trav\u00E9s de la superficie de los planetas. Tomaron un cautivo de cada casa, habit\u00E1culo y caba\u00F1a, matando a aquellos que se resist\u00EDan. A\u00FAn vivos, estos pocos elegidos fueron entregados a las fosas de muerte, las piras y los marcos de despellejamiento. Sus cabezas cortadas se alinearon en las carreteras, envueltas en moscas y mirando ciegamente a los transe\u00FAntes. Pieles sangrientas se sacud\u00EDan desde las puertas de las ciudades en un viento inundado con el olor a carne quemada. Ni una sola vez, en medio de todos los gritos de los moribundos y las inminentes v\u00EDctimas, pronunciaron los Amos de la Noche una sola palabra. Cuando acabaron, se marcharon tan r\u00E1pidamente como hab\u00EDan venido, dejando que los supervivientes contemplasen con sus propios ojos el precio de su resistencia. Ignorando todos los ruegos de autocontrol, parlamento o sumisi\u00F3n a las \u00F3rdenes de Kale y sus generales, los Amos de la Noche alcanzaron al fin el aut\u00E9ntico frente de batalla. Su primer asalto lleg\u00F3 en medio de un chorro de ruido e im\u00E1genes que sobrecarg\u00F3 los sistemas de comunicaci\u00F3n aeschylrai. Espectros inform\u00E1ticos y genios subversores creados por los Tecnosacerdotes asociados a la Legi\u00F3n inundaron las redes enemigas. Los sonidos y visiones de los mundos ya castigados aullaron desde cada pantalla y altavoz. En cada mundo al que llegaron el miedo creci\u00F3, extendi\u00E9ndose en susurros, miradas y el sonido de los sollozos a altas horas de la noche. Cuando un mundo estaba cargado de temor, los Amos de la Noche atacaban una peque\u00F1a porci\u00F3n de las defensas del planeta con una fuerza aplastante. Centenares de guerreros revestidos de medianoche desembarcaban en la superficie. No ven\u00EDan a ocupar centros o fortalezas, sino a atacar las ciudades m\u00E1s pobladas y peor defendidas. En una sola noche asesinaban a toda esa ciudad, y enviaban sus gritos por el resto del planeta con un simple mensaje: Hemos venido a por vosotros. Hizo falta diezmar cuatro planetas para que los aeschylrai se rindieran. Aun as\u00ED los Amos de la Noche no se marcharon de inmediato, yendo de mundo en mundo para masacrar una ciudad en cada uno para que todos supieran el destino que les aguardaba si se rebelaban contra sus nuevos amos. Completada su macabra obra, los guerreros de la VIII Legi\u00F3n se desvanecieron de nuevo en la negrura interestelar."@es . . "El Diezmado"@es . . "Los sistemas Aeschylrai eran una cadena de populosos mundos cercanos al n\u00FAcleo gal\u00E1ctico. Gobernados por una uni\u00F3n de m\u00EDsticos guerreros y tecnomantes, su reino era seguramente un reducto encogido de un imperio mucho mayor engullido hac\u00EDa mucho por la Era de los Conflictos. Tecnol\u00F3gicamente sofisticados pero psicol\u00F3gicamente resistentes a la unificaci\u00F3n con Terra, los aeschylrai eran un trofeo valioso. La tarea de someterlos al Imperio recay\u00F3 en Nezurconia Kale, Se\u00F1ora de la Guerra de Verezia y comandante de la 856\u00AA Flota de Subyugaci\u00F3n. Comandante habilidosa, Kale comenz\u00F3 su campa\u00F1a anexionando el sistema Tenora en la frontera de los sistemas Aeschylrai. Dotado de un par de planetas escasamente habitados, Tenora ser\u00EDa la cabeza de puente para el asalto sobre los dem\u00E1s sistemas m\u00E1s poblado"@es .