"Oh, \u00A1saludos! Vamos, pase a leer y d\u00EDgame: \u00BFToma en cuenta lo que nos rodea? Ya sabe a lo que me refiero: fantasmas, esp\u00EDritus, demonios, y otras cosas m\u00E1s. Si no es as\u00ED, le ser\u00E1 \u00FAtil leer la siguiente experiencia, con la que le juro que existen. Estos sucesos se dieron desde el 13 de diciembre del a\u00F1o 2003, en una casona en la que nos hosped\u00E1bamos siete familias, entre Holyoke y Boston, Massachusetts. En el lugar hab\u00EDa algo extra\u00F1o, era notorio para todos. Durante la noche nadie sal\u00EDa de sus habitaciones por temor a ser v\u00EDctima de alguno de los sucesos inexplicables que ocurr\u00EDan all\u00ED. \u00A1Ni siquiera sal\u00EDamos al ba\u00F1o! Pensaba que las dem\u00E1s madres estaban algo locas a\u00FAn cuando le hac\u00EDa caso a sus supersticiones, pero no era as\u00ED. El supuesto fantasma de un ni\u00F1o de cuatro a cinco a\u00F1itos que all\u00ED hab\u00EDa era real, sol\u00EDa jugar y correr en el tercer piso cuando el sol se ocultaba. En las ma\u00F1anas me re\u00EDa como demente con ellas, hablando de los fantasmas de la casona. Dec\u00EDan que o\u00EDan pasos por la noche, y yo no les cre\u00EDa: lo tomaba a broma. Sin embargo, mi escepticismo tuvo fin una tarde en la que me encontraba en el s\u00F3tano. Mi hijo acababa de llegar de la escuela y como era su costumbre, baj\u00F3 a ayudarme y a recibirme con un beso. Luego de unos quince minutos de pl\u00E1tica, alguien nos arroj\u00F3 un libro titulado \"KATI\"; no recuerdo el nombre del autor, pero s\u00ED s\u00E9 que estaba en ingl\u00E9s. Nos miramos los rostros mientras el libro permanec\u00EDa en el suelo, sin habla; con un mal presentimiento decidimos subir lentamente, apurando m\u00E1s el paso al escuchar lentas pisadas a nuestro alrededor. Corrimos a la escalera que llevaba a la cocina, gritando; ser\u00EDa m\u00E1s f\u00E1cil decir lo que no hicimos que lo que hicimos en el p\u00E1nico. Las dem\u00E1s madres nos recibieron y escucharon lo sucedido, exclamando con burla el que ahora s\u00ED les cre\u00EDamos. Me qued\u00E9 helada, a\u00FAn con ganas de enga\u00F1arnos a m\u00ED y a mi hijo, asimilando lo sucedido e intentando darle explicaci\u00F3n l\u00F3gica. Intentaba excusarlo con alg\u00FAn trauma ocasionado por la violencia dom\u00E9stica de la que huimos y que nos trajo a esta casona, pero ni yo me cre\u00EDa siquiera un poco. Al d\u00EDa siguiente, me encontraba en mi habitaci\u00F3n descansando. Mi reto\u00F1o estaba en la escuela, y yo estaba entre dormida y despierta. No s\u00E9 si han sentido lo mismo alguna vez, pero percib\u00ED a alguien junto a m\u00ED, y no me equivocaba. Me percat\u00E9 de dos personas en la habitaci\u00F3n: un hombre y una mujer, ambos de vestimentas antiguas y elegantes. Los ve\u00EDa claramente, aunque en el caso de la mujer su cuerpo y su rostro estaban algo difuminados, como si de humo se tratase. Pero el se\u00F1or era sumamente real, con su sombrero de copa negro y ropajes al puro estilo de Abraham Lincoln. Llevaba un bast\u00F3n negro en la mano derecha, adornado con una gran piedra de cristal blanco. La mujer, que parec\u00EDa su esposa, se separ\u00F3 de \u00E9l y se sent\u00F3 en mi cama, junto a m\u00ED, con un aire de tranquilidad contagioso y en completo silencio. \u00C9l habl\u00F3 en tono de ultratumba, algo c\u00E1lido, present\u00E1ndola como \"Kati\". Yo estaba en shock. El mismo nombre que el hallado en aquel libro que nos fue arrojado. \u00C9l se quit\u00F3 el sombrero en un gesto de cortes\u00EDa. El se\u00F1or volvi\u00F3 a hablar: \"No te preocupes. No somos malas personas. Esta era y es a\u00FAn nuestra casa, si\u00E9ntete bienvenida en ella. Nadie les molestar\u00E1 m\u00E1s, los malos seres se han ido\". Me explic\u00F3 que aquel ni\u00F1o que corr\u00EDa por el tercer piso hab\u00EDa sido su nieto. Sol\u00EDa correr por las noches haciendo travesuras hasta que una ca\u00EDda por las escaleras acab\u00F3 con \u00E9l. Tambi\u00E9n me habl\u00F3 de su esposa, muerta en la misma casa por c\u00E1ncer pulmonar; y de \u00E9l, que seis a\u00F1os despu\u00E9s muri\u00F3 \u00E9l en vejez, pero se mantuvo decidido a cuidar su hogar. Luego de las explicaciones call\u00F3 por completo, coloc\u00E1ndose el sombrero nuevamente y enderezando su espalda. Su esposa se levant\u00F3 de mi cama y camin\u00F3 hacia \u00E9l, tomando su mano; y as\u00ED, ambos caminaron hasta esfumarse en la pared. Le relat\u00E9 a las dem\u00E1s esa experiencia, aquello nos hab\u00EDa llenado de paz. Sab\u00EDan bien que en el tercer piso hab\u00EDa tres madres, y estas dec\u00EDan que el ni\u00F1o que ahora sab\u00EDamos era nieto de la pareja se aparec\u00EDa, m\u00E1s frecuentemente ante la embarazada, jugando y corriendo hasta desaparecer por las escaleras de las que hace a\u00F1os se hab\u00EDa ca\u00EDdo. Esta experiencia junto con aquellas personas, aquellos fantasmas, hab\u00EDa sido sumamente bonita aunque ciertamente triste y algo atemorizante. Puedo jurar que fue real, y podr\u00EDa incluso compartirle m\u00E1s sucesos de esta misma casona, puesto que este caso no fue el \u00FAnico. Hasta pronto, si es posible. Categor\u00EDa:Fantasmas Categor\u00EDa:Lugares Categor\u00EDa:CC"@es . . . . "Los 3 fantasmas"@es . "Oh, \u00A1saludos! Vamos, pase a leer y d\u00EDgame: \u00BFToma en cuenta lo que nos rodea? Ya sabe a lo que me refiero: fantasmas, esp\u00EDritus, demonios, y otras cosas m\u00E1s. Si no es as\u00ED, le ser\u00E1 \u00FAtil leer la siguiente experiencia, con la que le juro que existen. Estos sucesos se dieron desde el 13 de diciembre del a\u00F1o 2003, en una casona en la que nos hosped\u00E1bamos siete familias, entre Holyoke y Boston, Massachusetts. El se\u00F1or volvi\u00F3 a hablar: \"No te preocupes. No somos malas personas. Esta era y es a\u00FAn nuestra casa, si\u00E9ntete bienvenida en ella. Nadie les molestar\u00E1 m\u00E1s, los malos seres se han ido\"."@es .