"El Apocalipsis no fue como lo imaginamos. No fueron las bombas at\u00F3micas, ni los desastres naturales, ni una feroz pandemia v\u00EDrica, no... no fue nada de eso. Nuestro final lleg\u00F3 con la alteraci\u00F3n de un acto cotidiano: la humanidad qued\u00F3 dormida. Inesperado para nosotros, pero largamente premeditado por ellos, nuestros genocidas, nacidos m\u00E1s all\u00E1 del sistema Ober\u00F3n. Cuando los primeros hombres caminaron sobre la tierra, ellos se hicieron presentes en los cielos. As\u00ED se convirtieron en dioses, luego en mitos, para implantarse por siempre en la tierna mente humana. Y durante generaciones, no dejaron de aparecer y desaparecer sus extra\u00F1os objetos volantes, en su misi\u00F3n de modificar nuestros cerebros, prepar\u00E1ndolos para el D\u00EDa, y protegidos por nuestros inducidos deseos de contactar con civilizaciones extraterrestres. En el anochecer de este d\u00EDa, el plan milenario lleg\u00F3 a su culmen: todos los cielos de la Tierra se vieron cubiertos por sus artefactos. Millones de ojos estupefactos miraron hacia arriba por \u00FAltima vez. Y activaron los incre\u00EDbles patrones lum\u00EDnicos \u2013un espect\u00E1culo sobrecogedor, inenarrable que nuestros cerebros, condicionados durante siglos, esperaban para desactivarse, para caer en un sue\u00F1o infinito. Y salvo ni\u00F1os, ciegos y alg\u00FAn ejemplar defectuoso como yo, todos cayeron. Despu\u00E9s bajaron en sus naves recolectoras para llev\u00E1rselos, como quien recoge filetes en un supermercado. Cruel destino del Hombre. Por miles... millones. Una lluvia de insectos met\u00E1licos a c\u00E1mara lenta, imagen de una plaga bella y siniestra, inconcebible, como un pasaje futurista extraviado del Antiguo Testamento. Un Apocalipsis silencioso. Y aterrado, contempl\u00E9 su descenso de los veh\u00EDculos de invasi\u00F3n. Ahora tengo la certeza de que Dios no existe, no puede existir. Y si no es as\u00ED, si realmente vive el Creador de estas abominaciones, entonces estamos condenados para la eternidad, sin esperanza. Dios es una monstruosidad. A su imagen y semejanza. En mi huida desesperada de la ciudad, mi mente grab\u00F3 escenas que me torturar\u00E1n hasta que me alcance la muerte, que apuesto cercana. A m\u00ED me ignoraron, tal vez sabedores de que no existe un solo lugar que pueda servir de refugio. Hambrientos tras su largo viaje, comenzaron pronto su fest\u00EDn macabro. En las calles, por las avenidas, en los parques, dentro de las viviendas, en los altos edificios... Nunca olvidar\u00E9 aquellos gritos de los que despertaban, mientras eran devorados... Gritos que duraron d\u00EDas, que el viento arrastraba a kil\u00F3metros de la ciudad. Con los ojos ahogados en l\u00E1grimas, yo escuchaba, golpeando el suelo, sangrando, enajenado. Testigo del infierno en la Tierra. Despu\u00E9s cay\u00F3 el Gran Silencio. El anuncio de que el mundo era ya un inmenso cementerio, un desierto de vida. Fue al anochecer del d\u00EDa siguiente, tal y como hab\u00EDan llegado, cuando emprendieron su viaje de regreso. Como una plaga de brillantes langostas, abandonaron el f\u00E9rtil campo de la ciudad a\u00FAn iluminada, con sus bodegas cargadas con mis seres queridos. Mis hijos, mi mujer, mis padres y mis... millones de hermanos. S\u00ED... porque mientras los ve\u00EDa elevarse hacia las estrellas lo comprend\u00ED en un segundo, una suerte de revelaci\u00F3n: todos los humanos, sin excepci\u00F3n, eran mis hermanos. De sangre, de especie. Y ahora los perd\u00EDa para siempre. S\u00F3lo nosotros quedamos. Ni\u00F1os, ciegos...y algunos extra\u00F1os supervivientes. Como las semillas primigenias de la pr\u00F3xima cosecha de carne. Categor\u00EDa:Aliens/Ovnis"@es . . "La humanidad dormida"@es . "El Apocalipsis no fue como lo imaginamos. No fueron las bombas at\u00F3micas, ni los desastres naturales, ni una feroz pandemia v\u00EDrica, no... no fue nada de eso. Nuestro final lleg\u00F3 con la alteraci\u00F3n de un acto cotidiano: la humanidad qued\u00F3 dormida. Por miles... millones. Una lluvia de insectos met\u00E1licos a c\u00E1mara lenta, imagen de una plaga bella y siniestra, inconcebible, como un pasaje futurista extraviado del Antiguo Testamento. Un Apocalipsis silencioso. Despu\u00E9s cay\u00F3 el Gran Silencio. El anuncio de que el mundo era ya un inmenso cementerio, un desierto de vida. S\u00F3lo nosotros quedamos."@es .