. . . . . . . . . . . . . . . . . . . "La Levitaci\u00F3n es una habilidad de las Gemas (corrompidas tambi\u00E9n) y algunos robots, la cual fue vista por primera vez en el \"Piloto\", realizada por la Calavera El\u00E9ctrica mientras merodeaba por Ciudad Playa."@es . . . "Morris Hobster fue mi mejor amigo por aquellos a\u00F1os en los que la sociedad condenaba estoicamente la actitud tan impetuosa y din\u00E1mica de la juventud. No puedo decir que \u00E9ramos rebeldes, porque no era as\u00ED: simplemente, ten\u00EDamos otras ideolog\u00EDas m\u00E1s profundas y el bello don de la curiosidad. Es que as\u00ED \u00E9ramos Morris y yo: nos encantaba experimentar cosas nuevas como a cualquier joven de nuestra etapa. Era normal que todos se comportasen as\u00ED, \u00BFno? La verdad es que nunca pude comprender por qu\u00E9 nuestros padres y dem\u00E1s familiares se escandalizaban ante nuestras filosof\u00EDas, actos y cuestiones. En realidad nos daba igual lo que creyeran acerca de nuestra mentalidad tan abierta e ilimitada, siempre dispuesta a conocer m\u00E1s cosas sobre la realidad que nos rodeaba. Y es que mi amigo y yo \u00E9ramos de aquellos que gustaban de buscar nuevas expectativas y definiciones de la existencia que llev\u00E1bamos, leyendo por aqu\u00ED, tomando fotos por ac\u00E1, y luego comparti\u00E9ndolas entre los dos; sac\u00E1bamos conclusiones desde nuestro punto de vista y m\u00E1s tarde busc\u00E1bamos informaci\u00F3n sobre los resultados a los que hab\u00EDamos llegado. Definitivamente, no me puedo quejar de mi juventud, pues disfrut\u00E9 tanto como jam\u00E1s lo he hecho. Si exist\u00EDa una palabra para definir la ideolog\u00EDa de Hobster, \u00E9sa era extraordinaria. Ni yo pose\u00EDa tal habilidad para concebir las costumbres cotidianas como un mero escudo ante lo desconocido, ante aquello que el ser humano siempre temi\u00F3. \u00C9l mencionaba constantemente en sus pl\u00E1ticas que el hombre no ten\u00EDa la m\u00E1s m\u00EDnima idea de lo que hab\u00EDa m\u00E1s all\u00E1 de sus actos, y que siempre estaba buscando la forma de evadir su decadente e inevitable destino. Sencillamente, Morris era de aquellos j\u00F3venes que, si se lo hubiera propuesto, habr\u00EDa llegado a la cima m\u00E1s encumbrada entre los sabios del mundo. Debo admitir que me sent\u00EDa muy bien a su lado, pues era el \u00FAnico que lograba comprender mi concepci\u00F3n de la vida e incluso compart\u00EDamos puntos de vista iguales que, de no haber sido porque no compart\u00EDamos ning\u00FAn parentesco familiar, podr\u00EDa haber jurado que ese chico era mi \u00ABgemelo ideol\u00F3gico\u00BB, por as\u00ED decirlo. Sin embargo, el tiempo, maldito verdugo que inevitablemente te obliga a enlazarte con tu inveros\u00EDmil destino, quiso que ambos nos separ\u00E1semos y mi amigo se mud\u00F3 junto con su familia a otra ciudad. Cuando \u00E9l fue a comunicarme la desagradable noticia, no pude contener la agon\u00EDa que estaba experimentando en mis adentros, y juntos nos despedimos con muchas l\u00E1grimas; lo que m\u00E1s me doli\u00F3 de aquel aviso fue que claramente sent\u00ED c\u00F3mo se desgarraba una parte de mi ser y era extra\u00EDda por alg\u00FAn ser desconocido que deseaba ver mi sufrimiento. No puedo describir con otras palabras lo que padec\u00ED en aquel instante en el que mi destino estaba por cambiar, quiz\u00E1 para siempre, o tal vez era s\u00F3lo una prueba de valor para ambos; pero todav\u00EDa hoy me pregunto qu\u00E9 hab\u00EDa que comprobar con esa separaci\u00F3n. Actualmente, mi ilimitada imaginaci\u00F3n me permite hacer una especulaci\u00F3n sobre aquella circunstancia que decidi\u00F3 todo por nosotros. Tal vez la vida nos vio como una amenaza, algo que pod\u00EDa romper su cuidadosa y bien estructurada coreograf\u00EDa de falsedad y ego\u00EDsmo. Siendo as\u00ED, no hab\u00EDa lugar para nosotros en este mundo. A\u00FAn recuerdo bien esa sombr\u00EDa tarde en que lo vi irse: su cara transmit\u00EDa una serenidad impresionante, aunque yo sab\u00EDa perfectamente que aquello era una m\u00E1scara que estaba usando para evitar mostrar su dolor ante su familia, la cual era muy severa y conservadora. Su caso familiar no era la excepci\u00F3n por aquellos tiempos: muchos j\u00F3venes de nuestra edad pasaban por la misma experiencia, incluso yo lo viv\u00EDa; aquel que no tuviera unos padres as\u00ED pod\u00EDa considerarse afortunado, muy afortunado. Tengo bien plasmada en mi memoria su cara al momento en que el carro encendi\u00F3 con todo aquel maletero encima, casi marcada a fuego su expresi\u00F3n: me estaba comunicando con la mirada que ni la misma distancia nos separar\u00EDa, y que alg\u00FAn d\u00EDa, en un futuro no muy lejano, volver\u00EDamos a vernos. Yo entend\u00ED su silencioso lenguaje, y con el mismo idioma le dije que as\u00ED ser\u00EDa, y que tarde o temprano, estar\u00EDamos juntos de nuevo para descubrir m\u00E1s cosas. Las cosas continuaron su marcha normal, desde el punto de vista de la sociedad que me rodeaba, claro. Pero desde que Hobster se fue, supe que mi vida, a pesar de su creciente monoton\u00EDa, ya no ser\u00EDa la misma. Me resultaba imposible el concordar con los adultos, quienes aseguraban que las amistades de juventud eran f\u00E1cilmente olvidadas, y los j\u00F3venes de mi ciudad me daban los \u00E1nimos que necesitaba para afrontar a esa terrible ideolog\u00EDa a la que llamaban madurez adulta. \u00A1Qu\u00E9 grande fue mi alegr\u00EDa cuando recib\u00ED una carta de Morris! Recuerdo que mi padre acababa de llegar de su trabajo, y siempre ten\u00EDa por costumbre revisar el buz\u00F3n antes de llegar a casa. Escuch\u00E9 sus pasos subiendo las escaleras y supuse que pasar\u00EDa de largo por mi cuarto sin saludarme, como siempre lo hac\u00EDa; me sorprendi\u00F3 sobremanera que tocara la puerta de mi habitaci\u00F3n, pero despu\u00E9s comprend\u00ED que s\u00F3lo lo hab\u00EDa hecho porque entre las cartas que llegaron, hab\u00EDa una para m\u00ED. Tengo que admitir que me extra\u00F1\u00F3 demasiado que me enviaran algo, pero as\u00ED era, mi padre me entreg\u00F3 el sobre y sali\u00F3 de mi cuarto. Me qued\u00E9 observando la carta por un tiempo: \u00A1quien me la hab\u00EDa escrito era Morris! Imaginen mi emoci\u00F3n cuando la comenc\u00E9 a abrir y descubr\u00ED, con total alegr\u00EDa, la peque\u00F1a pero fina letra de mi mejor amigo. Sin m\u00E1s tiempo que perder, comenc\u00E9 a leerla: \u00ABMi muy apreciable e incomparable amigo Randolph Gordon: No puedo concebir la emoci\u00F3n de este momento en el cual estoy redactando estas l\u00EDneas, me siento feliz de poder escribirte por primera vez luego de que fuese forzado por mi familia a abandonar el lugar donde pas\u00E9 los mejores momentos de mi vida, con el amigo que jam\u00E1s podr\u00E9 olvidar. Te parecer\u00E1 incre\u00EDble, pero desde que estoy ac\u00E1, no logro adaptarme a mi nueva forma de vida: la ciudad en la que vivo ahora es mucho m\u00E1s ca\u00F3tica que la tuya, los j\u00F3venes se apegan ciegamente a las ense\u00F1anzas de los adultos y, por desgracia, no ejercen su libre albedr\u00EDo como deber\u00EDa ser; si los adultos de mi anterior pueblo eran severos y conservadores, estos van m\u00E1s all\u00E1 de esas err\u00F3neas y est\u00FApidas ideolog\u00EDas. No puedes imaginarte la felicidad de mis padres al saber que sus vecinos tienen un hijo \u201Cbien educado\u201D que nunca pone en duda la autoridad de sus mayores y que es obediente. S\u00F3lo puedo pensar en la debilidad de pensamiento que posee ese pobre muchacho, y no lo culpo, la verdad no puedo hacerlo porque el ambiente en que ha crecido lo molde\u00F3 as\u00ED y as\u00ED se quedar\u00E1 para su eterna desgracia. Por otro lado, mi familia a cada momento menciona que cu\u00E1nto hubieran dado porque yo creciera desde un principio en esta maldita ciudad, y est\u00E1n dici\u00E9ndomelo a cada momento del d\u00EDa. En la escuela soy visto como el \u201Crebelde sin causa\u201D y he tenido choques de personalidad con todos los profesores, incluso con la directora; me han llamado varias veces la atenci\u00F3n por defender mis justos derechos y cada vez que me pongo en contra de los pensamientos tan cerrados de mis maestros, mis padres son citados para conversar con ellos, y los exhortan a que me pongan en mi lugar o alguien m\u00E1s lo har\u00E1 un d\u00EDa. Ellos, como siempre lo has sabido y es costumbre del lugar donde est\u00E1s, dicen que se averg\u00FCenzan de m\u00ED; que deber\u00EDa aprender a comportarme como el hombre que soy y que definitivamente tendr\u00E1n que ense\u00F1arme a levitar. No entiendo a qu\u00E9 se refieren con eso, pero sospecho que no es nada bueno. Randolph, s\u00E9 que te sonar\u00E1 rid\u00EDculo, porque jam\u00E1s me escuchaste mencionar algo similar cuando est\u00E1bamos juntos, pero por primera vez en mi vida tengo miedo, miedo hacia el destino que me depara con esta putrefacta sociedad. \u00BFDe qu\u00E9 tengo pavor? Del modo de ver las cosas de los adultos: son tan ambiguos que se puede esperar cualquier cosa de ellos. Me decid\u00ED a escribirte esta carta a escondidas de mis padres, bien sabes que ellos nunca te vieron con buenos ojos porque eres igual a m\u00ED en pensamiento, del mismo modo en que tus padres me ve\u00EDan mal a m\u00ED. Supongo que algunos patrones de conducta siempre permanecen, y \u00E9se es el caso de nuestras familias, \u00BFno lo crees? Tengo deseos de que vengas a visitarme, quiero verte: no sabes el terror que vivo d\u00EDa con d\u00EDa al saber que la juventud de este lugar en realidad no existe, s\u00F3lo son adultos en proceso de madurez; me aterra ver que nadie piensa por s\u00ED mismo y se apegan como un perro a su due\u00F1o a las ideas de los mayores, es simplemente macabro. \u00BFHacia d\u00F3nde va este decadente sistema? No tengo la menor idea, pero he decidido que en cuanto tenga mayor\u00EDa de edad, me ir\u00E9 de este enfermizo lugar que no hace otra cosa m\u00E1s que reprimirme demasiado. S\u00E9 que te ver\u00E9 pronto porque responder\u00E1s a mi llamado, sabiendo que t\u00FA tienes m\u00E1s posibilidades de venir a verme, y tienes conciencia de ello. Junto con esta carta he anexado un mapa de mi ciudad actual, en \u00E9l realic\u00E9 unas se\u00F1alizaciones para que encuentres mi casa; en el dorso se encuentra mi direcci\u00F3n completa, junto con instrucciones precisas para que no te equivoques de domicilio. Si hago todo esto es porque me urge verte, necesito hablar con una persona que me entienda y me ayude a soportar esta situaci\u00F3n. Creo que empiezas a comprender c\u00F3mo me siento, despu\u00E9s de todo, admiro tu habilidad para ser emp\u00E1tico, cosa que aqu\u00ED nadie posee. Amigo m\u00EDo, quisiera comunicarte m\u00E1s cosas por este medio, pero entiendo que las palabras que deseo compartir contigo no podr\u00EDan ser escritas. Espero tu pr\u00F3xima venida y recuerda que siempre contar\u00E1s con un amigo leal en la distancia y en la eternidad, as\u00ED como yo s\u00E9 que siempre estar\u00E1s conmigo en las buenas y en las malas. Tu mejor e incondicional amigo, Morris Hobster\u00BB. Confieso que en un principio, la carta me llen\u00F3 de mucha motivaci\u00F3n y alegr\u00EDa, pero conforme me fui acercando a su desenlace, me sent\u00ED frustrado y a la vez preocupado: no sab\u00EDa la dif\u00EDcil situaci\u00F3n que estaba viviendo Morris, \u00A1y yo que pensaba que mi vida era terrible! Sin pens\u00E1rmelo dos veces, empec\u00E9 a idear un plan para que mis padres me llevaran a visitar a mi amigo; les dir\u00EDa que en la carta que me envi\u00F3 me comunicaba que estaba enfermo y que el m\u00E9dico le hab\u00EDa recomendado absoluto reposo, por lo cual me escribi\u00F3 y me solicitaba que le llevase algunos libros para su entretenimiento mientras permanec\u00EDa en cama. Con aquella estrategia en mente, me dirig\u00ED al cuarto de mis padres y les dije sobre la supuesta enfermedad que ten\u00EDa mi amigo, les rogu\u00E9 que fu\u00E9ramos a verlo y, sorpresivamente, ellos accedieron sin que les insistiera demasiado. Me comentaron que primero tendr\u00EDan que pedir permiso en el trabajo de mi padre y en mi escuela para ausentarnos, asunto que resolver\u00EDan al d\u00EDa siguiente. Yo estaba que no cab\u00EDa en m\u00ED de la emoci\u00F3n: \u00A1ir\u00EDa a ver a Morris despu\u00E9s de tanto tiempo! Al tercer d\u00EDa nos encontr\u00E1bamos empacando algunas maletas para quedarnos unos d\u00EDas con la familia Hobster, pues mis padres consideraban que resultar\u00EDa interesante relacionarse m\u00E1s con los progenitores de mi amigo. Salimos rumbo a la ciudad donde Morris se hab\u00EDa mudado junto con su familia, y con ayuda del mapa que me envi\u00F3, logramos dar con la casa sin equivocarnos de direcci\u00F3n. Mi coraz\u00F3n saltaba de la indescriptible felicidad que sent\u00EDa al saber que de nuevo ver\u00EDa a mi gran amigo de toda la vida. Me baj\u00E9 del auto casi al mismo tiempo que mi padre se estacionaba, corr\u00ED hacia la puerta de entrada mientras gritaba el nombre de Morris. La puerta se abri\u00F3 mientras la se\u00F1ora Hobster me dedicaba una sonrisa que, hasta hoy, no dejo de considerar que pose\u00EDa una peque\u00F1a sombra de felon\u00EDa. Pregunt\u00E9 por mi amigo, y con el tono m\u00E1s dulce e hip\u00F3crita que hab\u00EDa escuchado jam\u00E1s, su madre me contest\u00F3 que \u00E9l estaba en su habitaci\u00F3n levitando. No s\u00E9 por qu\u00E9, pero en ese momento sent\u00ED una terrible punzada en el pecho, sobre todo porque Morris me hab\u00EDa mencionado que esa palabra acrecentaba su temor con respecto a sus padres y la forma en que ellos la conceb\u00EDan. Le pregunt\u00E9 a la se\u00F1ora Hobster en d\u00F3nde estaba el cuarto de mi amigo. Ella segu\u00EDa manteniendo su falsa sonrisa mientras se\u00F1alaba hacia las escaleras que conduc\u00EDan al segundo piso, al tiempo que mencionaba que Morris hab\u00EDa estado sumamente inquieto por mi llegada, y que ahora se pondr\u00EDa feliz de verme. No hab\u00EDa acabado de darme la informaci\u00F3n cuando corr\u00ED con mucha rapidez mientras ascend\u00EDa hacia la segunda planta de la casa. Cuando llegu\u00E9 a la puerta que supuse que ser\u00EDa la de mi amigo, not\u00E9 que estaba cerrada, as\u00ED que toqu\u00E9 al mismo tiempo que le avisaba a Morris que ya hab\u00EDa llegado. S\u00F3lo escuch\u00E9 la voz del se\u00F1or Hobster contest\u00E1ndome que pasara, pues mi amigo estaba en esos momentos muy ocupado levitando; otra vez escuch\u00E9 esa palabra que me retorc\u00EDa las entra\u00F1as. Con mucha lentitud abr\u00ED la puerta, pues pens\u00E9 que Morris estaba quiz\u00E1 reflexionando sobre algo o muy sumido en sus pensamientos para que no me contestase, y adem\u00E1s, \u00BFqu\u00E9 hac\u00EDa su padre con \u00E9l en su habitaci\u00F3n? Mis pensamientos fueron cortados de tajo mientras observaba, boquiabierto, algo que jam\u00E1s cre\u00ED que ver\u00EDa en la vida real: ah\u00ED, en medio del cuarto, estaba mi amigo \u00A1literalmente levitando, tal y como lo hab\u00EDan mencionado sus padres! No lo pod\u00EDa creer, no lo quer\u00EDa creer; empec\u00E9 a entrar en un estado de shock mientras segu\u00EDa mirando a mi amigo, en su rostro se dibujaba esa misma expresi\u00F3n que me hab\u00EDa dedicado el d\u00EDa que se fue de mi ciudad: serenidad, una tranquilidad infinita y esa particular sonrisa suya que me dedicaba cuando dec\u00EDa que todo iba a salir bien. Continu\u00E9 vi\u00E9ndolo, realmente levitaba, pues sus pies no tocaban el suelo; era incre\u00EDble, pero cierto. Recuerdo que escuch\u00E9 decir a su padre que ahora Morris, gracias a la levitaci\u00F3n, aprender\u00EDa a comportarse como un joven de buenos modales y que ser\u00EDa un gran ejemplo para m\u00ED de ahora en adelante. La cara del se\u00F1or Hobster expresaba alegr\u00EDa y orgullo: no podr\u00EDa estar m\u00E1s feliz de su hijo. Despert\u00E9 en el hospital general de la ciudad, rodeado de las preocupantes miradas de mis padres. Me dijeron que me hab\u00EDa desmayado por la emoci\u00F3n de volver a ver a mi amigo, pero sab\u00EDa que dec\u00EDan eso para tranquilizarme. Como s\u00F3lo hab\u00EDa sido un desvanecimiento temporal, el m\u00E9dico me dio de alta enseguida. En la sala de espera estaban los padres de mi amigo, felices que mi desmayo no hubiese pasado a mayores. Pregunt\u00E9 una y otra vez por Morris a sus progenitores, y ellos, con una gran sonrisa de satisfacci\u00F3n, s\u00F3lo se limitaban a decirme que ahora \u00E9l era un chico muy educado y obediente, y que deber\u00EDa estar orgulloso por ser amigo de un muchacho as\u00ED. Yo simplemente no pod\u00EDa creerlo; me puse hist\u00E9rico y les grit\u00E9 enfrente de todos los que se encontraban ah\u00ED y de mis padres que estaban completamente locos, que su retorcida ideolog\u00EDa no conoc\u00EDa l\u00EDmites y que no hab\u00EDa ning\u00FAn motivo para estar feliz por haberlo obligado a convertirse en lo que ahora era. Las personas del hospital se quedaron mirando conmocionados aquella escena, jam\u00E1s hab\u00EDan visto a un joven alzarle la voz as\u00ED a sus mayores. Mis padres estaban avergonzados por mi supuesto esc\u00E1ndalo y me sacaron a rastras de aquel indiferente lugar; nadie hizo nada para defender mis ideas, nadie, y s\u00E9 que nadie jam\u00E1s lo har\u00E1, no en esa maldita y putrefacta ciudad. Debido a mi \u00ABindecente\u00BB comportamiento, mis padres decidieron regresar a casa esa misma tarde, comunic\u00E1ndome que los padres de Morris no deseaban volver a verme, ya que me consideraban una mala influencia para su hijo. Yo s\u00F3lo quer\u00EDa despedirme de \u00E9l por \u00FAltima vez, y decirle que lamentaba no haber llegado antes para salvarlo de su levitaci\u00F3n, \u00A1s\u00F3lo quer\u00EDa eso! Sent\u00ED un terrible dolor en mi pecho mientras nos alej\u00E1bamos de aquella fat\u00EDdica y repugnante ciudad. Mis padres, completamente decepcionados de mi forma de expresarme ante los Hobster, me dijeron que tambi\u00E9n deber\u00EDan aplicar conmigo esa t\u00E9cnica de la levitaci\u00F3n, pues as\u00ED aprender\u00EDa a ser un chico correcto y bien portado. Recuerdo que en ese instante comenc\u00E9 a odiar enfermizamente a mis padres, tanto como aborrec\u00EDa a los de mi mejor amigo. El tiempo, en su marcha incansable, hizo que ya no le diera motivos a mis padres para que cumplieran aquella terrible amenaza que ten\u00EDa por objetivo despojarme de mis ideales. En cuanto cumpl\u00ED la mayor\u00EDa de edad, abandon\u00E9 la casa porque no soportaba vivir con aquellos dos seres tan aborrecibles. Me mud\u00E9 a un peque\u00F1o poblado, lejos de mi antiguo hogar. Puedo decir que ahora llevo una vida tranquila, pero no feliz: el recuerdo de la sorprendente levitaci\u00F3n de mi amigo me persigue a todos lados. La \u00FAltima vez que lo vi, su cara me volv\u00EDa a decir que alg\u00FAn d\u00EDa estar\u00EDamos juntos para siempre, y jam\u00E1s lo dud\u00E9. Creo en su palabra y siempre seguir\u00E9 creyendo en ella, a pesar de que \u00E9l ya no ser\u00E1 nunca lo que alguna vez conoc\u00ED. Pens\u00E1ndolo bien, yo tampoco quiero seguir siendo lo que soy ahora. He le\u00EDdo su carta muchas veces en mis tiempos de soledad para sentirme acompa\u00F1ado, y siempre se ha quedado marcada en m\u00ED, tal y como si fuese un tatuaje, aquella palabra que le dio un sentido nuevo a la vida de mi amigo y estaba por formar parte de la m\u00EDa. Seguramente, si me vieran mis padres, estar\u00EDan orgullosos de m\u00ED. Sin dilaci\u00F3n, termino de escribir estas l\u00EDneas para decirles a todos ustedes que la experiencia de la levitaci\u00F3n me servir\u00E1 para comprender por qu\u00E9 mi amigo ten\u00EDa esa expresi\u00F3n en su rostro aqu\u00E9l d\u00EDa: era muy pac\u00EDfica. S\u00E9 que ninguno de ustedes comprender\u00E1 el motivo que me lleva a hacer esto, pero s\u00F3lo quiero saber qu\u00E9 sinti\u00F3 mi amigo cuando su padre lo hizo levitar. Sin m\u00E1s demora, tomo una resistente soga y la amarro bien en el techo de mi casa, me aseguro de que est\u00E9 bien atada y formo un nudo corredizo en su punta libre. Me colocar\u00E9 ese lazo alrededor de mi cuello y entonces al fin estar\u00E9 con mi amigo, al fin comprender\u00E9 a sus padres y al fin me sentir\u00E9 libre para dejar este maldito mundo. Creo que por eso Morris estaba tan relajado mientras levitaba, ahora sentir\u00E9 esa misma calidez que su familia le hizo sentir al convertirlo en un hombre de bien. Levitar\u00E9, s\u00ED, para que mis pies jam\u00E1s vuelvan a tocar este inmundo suelo\u2026 Autor: Kamiuchi Double Impact"@es . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . "T\u00E9cnica basada en el control de la mente"@es . . . . . "La Levitaci\u00F3n es una habilidad de las Gemas (corrompidas tambi\u00E9n) y algunos robots, la cual fue vista por primera vez en el \"Piloto\", realizada por la Calavera El\u00E9ctrica mientras merodeaba por Ciudad Playa."@es . . . . . "Morris Hobster fue mi mejor amigo por aquellos a\u00F1os en los que la sociedad condenaba estoicamente la actitud tan impetuosa y din\u00E1mica de la juventud. No puedo decir que \u00E9ramos rebeldes, porque no era as\u00ED: simplemente, ten\u00EDamos otras ideolog\u00EDas m\u00E1s profundas y el bello don de la curiosidad. \u00ABMi muy apreciable e incomparable amigo Randolph Gordon: \u00BFDe qu\u00E9 tengo pavor? \u00BFHacia d\u00F3nde va este decadente sistema? Tu mejor e incondicional amigo, Morris Hobster\u00BB. Levitar\u00E9, s\u00ED, para que mis pies jam\u00E1s vuelvan a tocar este inmundo suelo\u2026 Autor: Kamiuchi Double Impact"@es . . "Anime: Episodio 054"@es . . . . . . . . "Lotoshaka.jpg"@es . . . . . . . . "Kalim\u00E1n cuenta con la habilidad de levitar. Es un poder que usa raras veces. Tambi\u00E9n es muy limitado, al poder usarlo s\u00F3lo unos pocos metros, despu\u00E9s de utilizarlo, lo deja debilitado y tiene que descansar. Por lo general la usa para escapes en los que no est\u00E1 siendo vigilado. Como por ejemplo, en la serie \"El fara\u00F3n Sagrado\" es hecho prisionero en un pozo de cuatro o cinco metros de alto y usa la levitaci\u00F3n para escapar."@es . . . . . . . . . . . . . "Kalim\u00E1n cuenta con la habilidad de levitar. Es un poder que usa raras veces. Tambi\u00E9n es muy limitado, al poder usarlo s\u00F3lo unos pocos metros, despu\u00E9s de utilizarlo, lo deja debilitado y tiene que descansar. Por lo general la usa para escapes en los que no est\u00E1 siendo vigilado. Como por ejemplo, en la serie \"El fara\u00F3n Sagrado\" es hecho prisionero en un pozo de cuatro o cinco metros de alto y usa la levitaci\u00F3n para escapar."@es . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . "La levitaci\u00F3n es el supuesto acto de elevarse en el aire y flotar en un aparente desaf\u00EDo de la gravedad. Los maestros espirituales y faquires se representan a menudo levitando. Algunos toman la habilidad de levitar como un signo de bendici\u00F3n. Otros lo ven como un truco de un prestidigitador. Cae en la categor\u00EDa de los fen\u00F3menos paranormales."@es . . "Levitaci\u00F3n"@es . . . . "La levitaci\u00F3n es el supuesto acto de elevarse en el aire y flotar en un aparente desaf\u00EDo de la gravedad. Los maestros espirituales y faquires se representan a menudo levitando. Algunos toman la habilidad de levitar como un signo de bendici\u00F3n. Otros lo ven como un truco de un prestidigitador. Cae en la categor\u00EDa de los fen\u00F3menos paranormales."@es . . . . . . . . . .